El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no cree que su partido vaya a quedar por detrás de Unidos Podemos en las próximas elecciones del 26 de junio, pero apunta que esa amenaza de 'sorpasso' sirve para "activar la reserva emocional" de los militantes y votantes socialistas, cuya movilización ve fundamental para sacar un buen resultado en las urnas.
Así lo ha explicado el candidato socialista a La Moncloa durante una conversación informal con periodistas durante el vuelo que le ha trasladado desde Madrid hasta Oviedo, donde este jueves participa en un mitin con el presidente de Asturias, Javier Fernández, y la cabeza de lista al Congreso por el Principado, Adriana Lastra.
Un día después del que será el único debate de la campaña entre los cuatro candidatos, Sánchez se ha mostrado contento y satisfecho por su intervención en este programa, en el que cree que cumplió sus objetivos: cargar contra el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, pero dejar claro también que si hoy éste sigue siendo el inquilino de La Moncloa es porque el líder de Podemos, Pablo Iglesias, lo permitió.
El líder de los socialistas ha concedido que el debate empezó frío, con una discusión árida sobre economía, pero cree que a partir del segundo bloque hizo un buen papel. De hecho, considera que pudo colocar todos los mensajes que llevaba preparados.
Por lo que se refiere al líder del partido morado, también está convencido de que logró lo que se proponía. Y sin perder de vista que Rajoy es su enemigo, quiso recalcar la preocupación de Podemos por el derecho de autodeterminación, que según Sánchez, fue su línea roja en las conversaciones después del 20D y lo sigue siendo, aunque ahora lo niegue.
NO ENDURECERÁ EL TONO CONTRA IGLESIAS
Eso sí, Sánchez no tiene previsto endurecer su tono contra Iglesias a lo largo de la campaña. Según explica, no habrá más agresividad que la que ayer desplegó contra el líder de Podemos, a quien vio con un tono moderado que cree que no logrará mantener, porque es prisionero de "su propio personaje".
Así, cree que, aunque adopte ese papel ahora, al final sale el "verdadero yo" de Iglesias en el momento que se le pincha un poco. Y, por eso, tampoco acaba de creerse la mano tendida que le ofreció en el debate, proponiendo un gobierno de coalición progresista.
Eso sí, de cara al futuro, cree que el líder del partido morado acabará cediendo y permitiendo un gobierno socialista si el PSOE le saca varios cuerpos de distancia en las elecciones.
Además, Sánchez no cree que el ataque directo contra Iglesias sea efectivo para recuperar votantes que se fueron a Podemos. Según ha apuntado, con un ejemplo muy gráfico, es como cuando un amigo se compra un coche de segunda mano y le sale defectuoso: mejor que decirle que se equivocó, hay que ayudarle y darle una alternativa.
En cualquier caso, insiste en que no se cree el 'sorpasso' que dibujan todas las encuestas, incluyendo el macrosondeo electoral del CIS, y confía en que no se va a producir.
A RAJOY SE LE VIO SOLO
Además, mantiene que el PP volverá a ser incapaz de pactar con ningún partido. Y esto, defiende, se vio ayer en el debate, donde Rajoy estaba "solo" frente a los otros tres candidatos y se constató que "no va a seguir siendo presidente del Gobierno".
Sánchez ha explicado también que no habló con Rivera antes del debate y cree que es lógico que compartieran argumentos contra Rajoy y contra Iglesias.