La Directora del Servicio Público de Empleo de Asturias, Luis Pérez; el responsable de Programas de Empleabilidad de Fundación Telefónica, Luis Miguel Olivas; la responsable de Metodología, Formación y Personas en Fundación Santa María la Real, Rocío Pérez; y la directora de Telefónica en Asturias, Paula Beirán, han inaugurado este lunes el encuentro de las Lanzaderas de Empleo de Asturias.
Las Lanzaderas de Empleo de Avilés, Gijón, Oviedo y Langreo, comenzaron a funcionar el 18 de abril, impulsadas por Fundación Telefónica, Fundación Santa María la Real y la Consejería de Empleo del Principado de Asturias, como una nueva estrategia de lucha contra el desempleo juvenil, que cuenta con la cofinanciación del Fondo Social Europeo.
Casi dos meses después, los 100 jóvenes desempleados que integran las cuatro Lanzaderas se han reunido en el Centro Niemeyer de Avilés para intercambiar experiencias sobre la nueva búsqueda de empleo que están desarrollando en equipo, que les está permitiendo conocer nuevas herramientas de búsqueda de trabajo y reforzar sus habilidades, para saber adecuarse a las necesidades que demandan las empresas, a los nuevos perfiles laborales que surgen y a los nuevos procesos de selección y reclutamiento de personal.
EVOLUCIÓN EN DOS MESES
El encuentro ha servido también para hacer un balance intermedio de actividades de las cuatro lanzaderas en los cerca de dos meses que llevan funcionando. En este tiempo, los equipos han llevado a cabo actividades de constitución de equipo, inteligencia emocional y comunicación para mejorar su motivación y actitud en el acceso al mercado laboral, así como talleres para actualizar su currículum.
"El equipo ha evolucionado mucho. Cuando comenzamos estaban aposentados en su zona de confort, y cada día que pasa van teniendo más iniciativa. Destaca la importancia de las competencias digitales y todas las herramientas TIC que pueden utilizar para mejorar su búsqueda activa de empleo", explica Mayte García, técnica de la Lanzadera de Langreo.
Javier Martín, técnico de la Lanzadera de Gijón, agrega en este sentido que los participantes "han pasado de estar desorientados, desilusionados y, en cierto modo, solos, a trabajar con otras personas, a compartir trabajo y experiencias, y en definitiva, a recuperar el ánimo y las ganas de hacer cosas".