J.S..-Quizás inesperadamente, la economía española ha crecido mucho más rápido que la de sus homólogos europeos en el primer trimestre de 2016. Esto podría alentar a los ahorradores españoles a colocar sus inversiones en empresas locales, y por ello hay mucho que decir acerca de este enfoque. Sin embargo, no es un caso tan sencillo, como veremos más adelante. Todavía hay muchas áreas de riesgo e incertidumbre, y mientras que Europa en general se podría decirse que tuvieron un pobre resultado, hay ventajas para los ahorradores españoles que buscan invertir más allá de sus fronteras.
Renaciendo de entre las cenizas
España fue una de las economías más afectadas durante la crisis del euro en 2008. El índice español de deuda-PIB pasó de 40% ese año a 90% en 2013. Sin embargo, la flexibilización cuantitativa fue, en cierto modo, una ayuda en la estabilización de los mercados españoles. En la actualidad, España tiene una de las tasas de crecimiento más altas de Europa, alcanzando el 3,2% en 2015, en comparación con el resto del continente que apenas evolucionaba. Esto fue debido a las reformas de gobierno de amplio alcance instituidas en los últimos años, incluidas las difíciles reformas laborales. Sin embargo, el alto nivel de desempleo sigue siendo un problema, y ??el alto déficit fiscal sigue siendo una preocupación a largo plazo, con la constante pérdida de pagos y objetivos de gasto.
Por ello, es poco probable que mejore en un futuro próximo porque, técnicamente, el país aún no tiene un gobierno desde las elecciones de diciembre de 2015 en las que no se estableció un claro ganador. Ninguno de los partidos ha logrado ponerse de acuerdo para una coalición, por lo que España no tiene liderazgo político. El hecho de que la economía pareciera estar en auge durante este período de no gobierno ha provocado un intenso debate entre los economistas. Si bien la falta de interferencia del gobierno, obviamente, da rienda suelta al mercado, la incertidumbre sobre la situación política a largo plazo está destinada a disuadir a algunos inversionistas, o por lo menos a actuar con precaución.
Acciones europeas a la baja
El primer trimestre de 2016 vio las acciones europeas alcanzar su punto más bajo desde el 2003, una caída fuerte desde el año anterior, cuando superaron a las acciones de los Estados Unidos por la mayor brecha establecida en una década. La economía europea en conjunto está prácticamente estancada, con un crecimiento inferior al 0,3% en los primeros cuatro meses de este año. El valor del mercado está disminuyendo y la confianza de los inversionistas está en su punto más bajo desde hace más de un año. Al mismo tiempo, la fortaleza del euro está afectando a las exportaciones fuertemente, y el sector bancario también está sufriendo una pérdida de la fe casi catastrófica.
Sin embargo, todos estos factores negativos podrían significar que ahora es un excelente momento para invertir en las bolsas europeas. Los precios de las acciones reales se han reducido mientras que los rendimientos de los dividendos han aumentado, con un promedio de 3.4%. Sin embargo, las cosas todavía podrían empeorar a corto plazo, lo que los obligaría a tener una mejora a largo plazo por ello, una buena selección de valores y acciones europeas debería incluir una gran cantidad de bienes de consumo y acciones en el área de la salud, así como realizar inversiones sencillas en los sectores de finanzas, energía y materiales básicos.
Obtenga un buen consejo
Podemos ver, gracias al resumen anterior, que las decisiones acerca de las inversiones españolas y europeas son más complejas de lo que pueden parecer a primera vista. Por esta razón, siempre es una buena idea consultar con un experto en inversiones antes de decidir qué hacer con los ahorros ganados con gran esfuerzo. Los mercados son extremadamente cambiantes, además de poseer muchas áreas de incertidumbre económica y política que deben ser consideradas, incluyendo la posibilidad de la salida de Gran Bretaña de la UE después de un referéndum este verano. Fisher Investments Europe es un ejemplo de una firma confiable y bien situada a la que podría recurrir a la hora de necesitar consejo en materia de inversiones, todo ello basado en sus muchos años de éxito en el área de inversión.
Razones para quedarse con España
Aunque invertir en otras economías europeas puede dar resultados a largo plazo, la situación actual sigue siendo algo incierta y el futuro se mantiene inestable. España, sin embargo, está rompiendo esta tendencia. Durante 2015 la inversión total en el país a alcanzó un récord de 600 millones de euros, y los expertos creen que todavía hay mucho espacio para el crecimiento, en conjunto con nuevos emprendimientos que se espera creen impacto en los próximos meses. España cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios dentro de las 20 mejores en el mundo, de acuerdo con el Financial Times, el cual es un buen indicador del talento empresarial disponible. El apoyo del sector público y la reducción de impuestos para los inversionistas emprendedores son también factores importantes a considerar. Por último, la inversión en España también es una oportunidad única para hacerse un espacio en el mercado latinoamericano, así como en el resto de Europa.
En última instancia, las cosas se ven muy favorables para la economía española en este momento, aunque se mantienen riesgos significativos. La inversión en el área corporativa o en la deuda del gobierno puede ser la más sólida oportunidad de inversión en España, pero para una apuesta más segura, los ahorradores podrían querer buscar invertir en alguna otra parte en Europa.