El volumen número 32 de la Colección de Estudios Sociales de la Fundación “la Caixa” pone de manifiesto que la coyuntura económica trunca un proceso de progresiva individualización en la evolución de las familias.
La actual coyuntura económica ha reforzado la cooperación intergeneracional de las familias españolas ante la desconfianza de que el mercado y el Estado de Bienestar puedan proporcionar las ayudas y servicios sociales que se requieren.
El 56% de los españoles consideran que es la familia quien debe asumir la responsabilidad de la ayuda económica y los servicios de cuidados. Este porcentaje desciende en países como Alemania (32%) o Francia (30%), que cuentan con más prestaciones sociales.
Las circunstancias que provocan las ayudas económicas entre familiares son, esencialmente, situaciones de dificultad derivadas del desempleo o la quiebra de un negocio (37%) y los ingresos insuficientes (15%).
El vínculo donante-receptor es en un 60% de los casos entre padres e hijos jóvenes y emancipados. En paralelo, el 68% de los españoles piensa que son los hijos quienes deben cuidar de sus padres cuando estos lo necesitan.
El porcentaje de abuelos que cuidan de los nietos ha crecido más de un 10% desde el 1993 y ya son dos de cada tres las familias con hijos menores de tres años que reciben su ayuda.
El valor de las transferencias de servicios no remuneradas entre generaciones se estima que representaría entre el 2 y el 3,7% del PIB.
Esta tendencia supone una situación insólita en la evolución de la familia en las últimas décadas (proceso de individualización y autonomía personal). No obstante la solidaridad familiar no puede cubrir todas las carencias sociales y representa solamente una salida en situaciones de emergencia como la actual.
El porcentaje de las personas que no podrían acudir a nadie en caso de necesidad es de un 2% y se duplica entre la población mayor.