La asociación ha aportado unos datos estadísticos que reflejan el continuado aumento de daños de lobo en Asturias,  un 12,79% de aumento  entre los años 2011 y 2015, pese a la "matanza de lobos" que  el Gobierno Regional lleva a cabo en Asturias durante estos años.

   "La matanza indiscriminada está llevando  la población de lobos a una situación crítica de desestabilización, cuya respuesta es un aumento de ataques de lobo a la ganadería, en especial, en las áreas de montaña limítrofes con otras comunidades autónomas", han argumentado desde Fapas.

   Según han explicado, se trata de una "respuesta natural" del lobo porque esos abatimientos les hace perder su capacidad de capturar presas naturales, al bajar el número de individuos de los grupos familiares que son "matados indiscriminadamente por los guardas del Principado que actúan bajo las órdenes de la Consejería".

   Fapas ha hablado de "acoso" a los grupos familiares de lobos, lo que causa esa "desfragmentación". A ello, añaden una política de la Administración Regional que consiste en la "eliminación sistemática de carroñas en la naturaleza que históricamente han sido utilizadas como alimentación por los lobos y otras especies".

   Se trata, han argumentado, de una situación que conocen los técnicos de la Consejería porque en su calidad de biólogos saben la respuesta de los lobos cuando son matados o se les elimina una fuente de alimentación como son las carroñas.

   El problema, según Fapas, aún es mayor en las áreas de alta montaña, donde afirman que la Consejería "aplica desde hace años una estricta política de disminución de  especies como el ciervo o el jabalí,   animales salvajes  que son claves también en la dieta alimenticia de lo lobos".

   Ante esas políticas de gestión de los recursos naturales que lleva a cabo el Principado, Fapas considera que lo que "sería un milagro" es que los lobos no causasen daños a la ganadería. "Su alimentación esta siendo forzada  hacia la exclusiva captura de  animales domésticos", han insistido.

Foto: Fapas.