Avilés.-Pulpo y meigas en Avilés. Del miércoles 11 de mayo al domingo 15, el Pabellón de Exposiciones y Congresos La Magdalena acoge la I Semana Gallega de la localidad asturiana. Un área temática recrea varios monumentos históricos de Galicia, como el Hórreo de Carnota, los castros celtas y la gran muralla de Lugo. El público puede degustar más de 100 tipos de producto de su gastronomía tradicional: pulpo cocido en calderos de cobre, cremosos quesos de tetilla, lacón con grelos, chorizo dulce, empanadas gigantes, panes de centeno con pasas, tartas de arándanos…
De acceso gratuito, la feria abre de 12:00 a 00:00, ininterrumpidamente. Organiza Forno de Lugo en colaboración con Lucus Events. La Semana Gallega llega a por primera vez a Avilés después de visitar Oviedo, Vitoria y Madrid, entre otras ciudades.
Queimada inaugural
El fuego azul de la queimada inaugura la I Semana Gallega de Avilés. Un druida invoca el ancestral conxuro este miércoles a las 20:00, como pistoletazo de salida en la carpa central de la feria. Se sirven tarros de queimada a todos los asistentes. Galicia se reencuentra con su pasado mágico durante un ritual que se remonta a la presencia árabe de los siglos XII y XIII, dirigido a expulsar a los malos espíritus. Aguardiente y azúcar son los principales ingredientes de una receta cuya versión purista sólo añade corteza de limón o naranja. Desde el siglo pasado se incorporan granos de café sin moler y trozos de manzana. Además, durante todo el día del jueves la pulpería invita a una degustación de mejillones gallegos a los visitantes.
Monumentos y gastronomía
La pulpería ‘Alcatraz – Producto Lugo’ se sitúa bajo los arcos de medio punto de la reproducción de la muralla de Lugo. Antes de cocerlo en los caldeiros, el pulpo se golpea sobre una tabla para ablandarlo. Se sirve acompañado de los tradicionales cachelos, pimentón y aceite de oliva virgen. Desde la parrilla llegan el aroma del costillar y churrasco de ternera, también lucense. Para acompañar, caldos blancos y tintos de las denominaciones de origen Ribeiro y Alvariño.
Los castros celtas con tejado cónico de paja y mostradores circulares de piedra se dedican a los embutidos. Entre otros, destacan los queixos tetilla de la comarca de la Terra Chá de Lugo. Se elaboran con la leche de las vacas de razas rubia galega, pardo-alpina y frisona, producida siempre en la zona y manipulada con rigurosos controles higiénico-sanitarios. Un rasgo significativo lo encontramos en su fase de ahumado, para la que se emplea la madera típica de la zona: el abedul. Después los quesos se almacenan para maduración durante mínimo de 45 días.
Bajo las columnas del Hórreo de Carnota se sitúa el área de panadería y repostería. A sus panes de centeno con pasas amasados en hornos centenarios de las aldeas de Lugo se añaden empanadas gigantes de atún, pulpo y bacalao. Su amplia carta de dulces ofrece sus sabrosas tartas de chocolate puro y arándanos y sus magdalenas caseras. Sin olvidar los grandes panes blancos de trigo, el auténtico pan gallego
