Una nueva compañía, en este caso la alemana, Boehringer apuesta claramente por los biosimilares y materializa así una tendencia que se está convirtiendo, poco a poco en habitual entre las principales compañías farmacéuticas innovadoras. De esta forma, tras años de producción de medicamentos biológicos para la propia compañía y para terceros, Boehringer Ingelheim anuncia que está en fase III de desarrollo en sus dos primeros fármacos biosimilares.
La compañía, radicada en la localidad alemana de Ingelheim, aspira a poner sus biosimilares en el mercado farmacéutico, una vez obtenidas las pertinentes autorizaciones, antes de 2020. Esta fecha es aproximada, ya que ni mucho menos está definida oficialmente por la compañía, pero constata la decidida apuesta por entrar en este nicho de negocio. Así lo constató a EG Ivan Blanarik, corporate senior vice presidente biosimilars de Boehringer Ingelheim, al asegurar que "los biosimilares son una gran oportunidad de mercado para la industria. Nosotros estamos construyendo nuestra experiencia farmacéutica con el desarrollo de biosimilares para incrementar las oportunidades para pacientes de todo el mundo con seguridad, efectividad y alta calidad terapéutica".
Esta dualidad es cada vez más habitual en el seno de la industria. Bien sean empresas diferenciadas pertenicientes al mismo grupo, como ocurre con Novartis y Sandoz, o mediante la absorción de una compañía que produce biosimilares, como ha hecho recientemente Pfizer con Hospira.
También se da el caso de grandes corporaciones como Lilly que abordan sin complejos el desarrollo de biosimilares mediante una alianza, precisamente junto a Boehringer Ingelheim en el área terapéutica de diabetes. Otros casos de multinacionales farmaceúticas con un marcado perfil innovador que también apuestan de una u otra forma por el negocio de los biosimilares son Merck o Sanofi. Es evidente que tras este movimiento está una innegable gran oportunidad de mercado. Precisamente y según un informe de IMS Institute for Healthcare Informatics se asegura que el "desarrollo de medicamentos biosimilares podría ahorrar hasta 98.000 millones de euros (110.000 millones de dólares) en 2020, teniendo en cuenta el mercado estadounidense y los cinco mercados europeos más relevantes — Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España —".
Es destacable que entre tanta compañía multinacional, quien primero apostó decididamente por el mercado de los biosimilares fue el laboratorio nacional KernPharma, comercializando el primer Anticuerpo Monoclonal biosimilar con el lanzamiento hace poco más de un año del biosimilar de Infliximab,(Remsima), en alianza con uno de los laboratorios más importantes en el mundo de la biotecnología, Celltrion. .
Sin lugar a dudas la apuesta por estos fármacos más económicos que los originales y de igual eficacia y seguridad, permitirá un ahorro a las maltrechas arcas de nuestra sanidad.