Los alumnos universitarios que consumen alcohol, tabaco y cannabis, también son los que más se automedican, según una investigación de la Universidad de Santiago de Compostela.
“Se seleccionó una muestra de 1.400 estudiantes de primero de carrera que contestaron al cuestionario de forma voluntaria. A los dos años la cohorte fue reevaluada. Se garantizó en todo momento el anonimato”, declara a SINC Francisco Caamaño, autor principal del estudio que publica el Journal of Public Health.
Las preguntas se dividieron en dos partes. Por un lado, un test para la identificación de trastornos por uso de alcohol (AUDIT, por sus siglas en inglés) y un cuestionario adicional en el que se incluían variables socioeconómicas, variables sobre las expectativas en el consumo de alcohol y sobre consumo de fármacos. “Para la medida del consumo de fármacos utilizamos las preguntas de la Encuesta Nacional de Salud sobre medicamentos prescritos y no prescritos”, explica Caamaño.
Sobre la ingesta de fármacos, los investigadores encontraron “un consumo muy elevado” para todos los grupos de medicamentos, especialmente en aquellos indicados para la fiebre, para el dolor, estimulantes, vitaminas y minerales, ansiolíticos y sedantes. “Son unos consumos altos, pero en la línea de la Encuesta Nacional de Salud para ese rango de edad”, apunta el experto.
Asimismo, hallaron una importante asociación entre el abuso de fármacos y el de cannabis, tabaco y alcohol, sobre todo al analizar los fármacos no prescritos. “Los alumnos que consumen estas tres drogas son también los que más fármacos no prescritos toman. A los dos años de seguimiento, esta asociación se mantiene para los que consumen cannabis”, asegura Caamaño.
Vivir fuera aumenta el consumo
Otro dato relevante es que los alumnos que viven fuera de casa durante la época universitaria tienen un consumo de fármacos un 35% superior a los que viven con sus padres.
El estudio encontró que la prevalencia de consumo de riesgo de alcohol al inicio del estudio se situó en el 37%, del 30% para el tabaco y del 20% para el cannabis. A los dos años, la prevalencia del consumo de riesgo de alcohol se incrementó pasando al 53,4%, mientras que descienden ligeramente la de consumo de tabaco 29% y la de consumo de cannabis 17%.
“En cuanto al sexo, las mujeres al principio del estudio son las que más fármacos consumen –en torno a un 70% más–, excluidos los anticonceptivos. Este resultado se puede atribuir a los fármacos ligados al dolor menstrual”, concluye el estudio