El compuesto 3-nitrooxypropanol permite reducir los niveles de este gas de efecto invernadero sin riesgos para el animal
Rumiantes como vacas, ovejas o cabras producen el 35% de las emisiones de metano a la atmósfera
La ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo y rumiantes como vacas, ovejas y cabras generan un 35% de uno de esos gases, el metano, contribuyendo significativamente -según los expertos- al cambio climático. Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han participado en un estudio que describe el mecanismo de acción de una molécula, 3-nitrooxypropanol, para inhibir la producción de metano en rumiantes. El trabajo se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)
Los rumiantes son animales que digieren los alimentos mediante la fermentación que llevan a cabo microorganismos presentes en el rumen. En este proceso se producen ácidos orgánicos (ácido acético, ácido propiónico y ácido butírico), que son absorbidos y metabolizados por el organismo como fuente de energía, y metano, que se escapa a la atmósfera en forma de gas.
Funcionamiento de 3-nitrooxypropanol
En 2014, los científicos ya demostraron en ovejas la efectividad de esta molécula pero desconocían su funcionamiento. Ahora, las investigaciones realizadas in vivo, mediante incubaciones de microorganismos anaeróbicos del aparato digestivo de los rumiantes, han revelado cómo el compuesto 3-nitrooxypropanol afectaba solo a la población de microorganismos responsables de producir metano (arqueas metanogénicas) y no a aquellas que contribuyen en la digestión (bacterias). Como explica David Yáñez, investigador del CSIC de la Estación Experimental del Zaidín, “hasta la fecha no se había descrito el mecanismo de acción de un compuesto que pudiese reducir la producción de metano en animales de manera persistente (un 30% menos en la emisión por animal) y sin riesgos para la salud del animal o su productividad”.
Los resultados de este trabajo plantean la posibilidad de disminuir las emisiones de metano y contribuir a una reducción de la temperatura global, causa derivada de los gases de efecto invernadero. Además, “se incrementaría la eficiencia de producción del sistema de los rumiantes al aprovechar mejor la energía ingerida a través de los alimentos, ya que la producción de metano implica una pérdida de hasta el 12% de la energía que ingieren los animales”, apunta Yáñez.
En el estudio han colaborado la Universidad de Auburn (Estados Unidos) y el Instituto Max Planck (Alemania), además de la empresa DSM Nutritional Products (Suiza), que ha desarrollado el compuesto 3-nitrooxypropanol y tiene la patente.
Foto: Varias vacas en una explotación ganadera. / Comunicación CSIC