El LUNES 25 de abril se presentará el libro 'Kafka. Antología' a cargo de uno de sus autores, Pedro Antonio Curto.
Presentado por el filólogo Jaime Cordero, a las 19,30h en el salón de actos del Ateneo Jovellanos
Pedro Antonio Curto es escritor, ganador de los premios de novela Ciudad Ducal de Loeches por "Los amantes del hotel Tirana" y del premio de novela Incontinentes por "Decir deseo". Autor de la novela "El tango de la ciudad herida" y del libro de relatos "Los viajes de eros" y Premio Miguel Hernández de periodismo.
Colaborador de los medios de comunicación
Ediciones Irreverentes, con la edición literaria de Pedro Amorós, rinde homenaje a Kafka con una antología de relatos de autores de España, Argentina, México, Nicaragua, Colombia, Honduras y Panamá: Pedro Antonio Curto, Pedro Pujante, Estefanía Farias, Raúl Hernández Garrido, Fernando Veglia, Nelson Verástegui, Arquímedes González, Kalton Harold Bruhl, Francisco Legaz, Miguel Ángel de Rus, Agustín Cadena, Teresa Galeote, Melanie Taylor Herrera y Pedro Amorós.
Además el libro se completa con unas sugerentes y brillantes ilustraciones del artista ruso D. Alexandr Pilko. En los trabajos del artista aflora su obsesión por los rostros, por la mirada. La influencia de las vanguardias, la sensación permanente de presencia de los iconos de la tradición rusa y el gusto por la abstracción, combinado con la angustia que producen los ambientes cerrados, opresivos y claustrofóbicos conceden a las ilustraciones un aire de extrañeza que estimula la lectura.
Reproducimos el prólogo escrito por Pedro Amorós en el libro:
Franz Kafka llevaba una vida doble. Por las mañanas trabajaba en una compañía de seguros, por las tardes se recluía en su habitación para dedicarse a la escritura. Sin embargo, no quería dedicarse exclusivamente a la literatura. Se convenció a sí mismo de que iba a pasar su vida frente a una puerta cerrada. Esta imagen se convierte en la figura que define su existencia: el hombre que espera, el excluido, el rechazado, el extranjero. Kafka gustaba de esperar. Dudaba de la realidad, hasta el punto de desear la huida. Anhelaba volar, alejarse de la tierra. Adoraba las habitaciones de hotel en las que se sentía como en una tumba. Se recobijaba en el silencio. En sus textos quedan reflejados de forma minuciosa toda clase de ruidos que contribuían a alterar su frágil y anhelada armonía.
Kafka convierte la vida en una representación. Aislado en su habitación vive como rodeado de una mampara de cristal. Atrapado en Praga, como en una cárcel, vive dominado por la espera, por la angustia. Anhela el suicidio, el sacrificio. En sus escritos construye para sí una imagen de soltero. Se complace en la soledad porque se considera un excluido. En la vida, frente a la escritura, da la sensación de quietud, bienestar y alegría. Como toda persona que ama la naturaleza, la vida o la literatura, está lleno de curiosidad y no cesa de preguntarse cosas.
En las mejores obras de Kafka brilla una mágica fluidez, un flujo incontenible que arrastra las palabras, una inspiración poética grandiosa. La literatura se convierte para Kafka en una especie de altar ante el cual se sacrifica. Y ese sacrificio lo lleva a permanecer sentado, escribiendo durante largas noches, en el silencio, en la soledad. Bucea en el inconsciente, en los sueños, de una forma nada usual entre los escritores modernos. Escribe sus grandes novelas sin un plan preconcebido, sin una estructura narrativa que desarrolle la historia. Se deja llevar por la inspiración que anima su frágil cuerpo.
Animado por el espíritu de Kafka, este libro se adentra en el laberinto de las calles de Praga, en los sueños del escritor, en los entresijos de una época.