"La ministra de Medio Ambiente quiere quitar la protección del lobo en contra de lo que la ciudadanía reclama. El lobo es un símbolo de la biodiversidad y merece ser protegido y respetado", ha advertido el diputado de Podemos-Equo, Juantxo López de Uralde, quien también ha recordado la manifestación de mediados de marzo en Madrid, donde miles de personas solicitaron su protección.

   Así, han presentado una proposición no de ley, para su debate en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, que se votará si hay gobierno y, de no haberlo, prometen volver a presentarla para la siguiente legislatura.

   Según han subrayado, una de las principales razones por la que se intenta quitar esta protección al lobo ibérico es por sus ataques a la ganadería. En este sentido, desde Lobo Marley, Luis Miguel Domínguez, ha precisado que apenas existen estos ataques, que cifra en un 0,7% de casos.

"EL LOBO ESTÁ MENOS PROTEGIDO QUE UN GRILLO"

   De hecho, ha puesto de ejemplo Portugal, país donde sí está protegida la especie en todo el territorio y, por ello, los ganaderos reciben ayudas económicas desde Bruselas. Además, ha lamentado que esta especie esté menos protegida legalmente en España "que una cucaracha o un grillo" y se considere únicamente como un "despojo o un trofeo para ser abatido".

   Mientras, el coordinador de campañas de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, ha asegurado que todo comenzó por un "lobby" que la Junta de Castilla y León hizo al ministro de Medio Ambiente de entonces, Miguel Arias Cañete, a quien reclamó que al sur del Duero se quitase la protección al lobo y se pudiera cazar; una petición que posteriormente extendieron a su sucesora en el cargo, Isabel García Tejerina.

   "Lograron que Arias Cañete fuera a la CE a pedirlo. Ésta se lo negó y además le pidió la elaboración de un censo científico", señala Oberhuber. En este sentido, los ecologistas también han dudado de ese censo poblacional de lobos, que fue conocido en marzo, especialmente sobre su autenticidad científica, puesto que, según han insistido, se sumaron los datos aportados por las comunidades autónomas sobre las manadas, sin especificar el número de animales en concreto.

   Juan Carlos del Olmo, de WWF, ha denunciado por su parte que se matan una media de 800 lobos al año, cuando se trata de una especie en peligro de extinción y que está protegida en toda Europa por la directiva Hábitat, salvo al norte del Duero y en algún país como Grecia. "Está extinguida en la mitad de la Península ibérica", ha alertado, advirtiendo también de que las comunidades autónomas no cumplen con los planes de recuperación de la especie.

POR QUÉ SE NECESITA AL LOBO

   En la iniciativa, que ha sido recogida por Europa Press, explican que se necesita preservar al lobo ibérico porque se trata de una especie "clave en los ecosistemas", cuya presencia y actividad "regulan la competencia y predación, entre otras especies, de la comunidad y, por tanto, la composición y estructura de la misma".

   "Pueden regular las poblaciones de 'ungulados', como el corzo y el jabalí, cuyo exceso actual también genera daños importantes (tanto en los ecosistemas como en las explotaciones agrarias), con efectos sobre el conjunto de la vegetación, sobre otras especies animales y el paisaje en su conjunto", señalan.

   Según defienden, el lobo vivo puede generar ingresos económicos en las zonas donde habita porque, por ejemplo, en algunos espacios naturales protegidos de Castilla y León, se está desarrollando un turismo de observación del lobo en su estado natural.

   En este sentido, lamentan que en el pasado siglo fuese objeto "de una intensa persecución", al ser considerado, al igual que el resto de depredadores, "como una alimaña a exterminar". "Sin embargo, cuando la mayoría de éstos pasaron de ser alimañas a especies estrictamente protegidas, como el oso o el lince ibérico, al lobo se le mantuvo al margen de esa protección, debido fundamentalmente a los daños que en determinados momentos puede generar al ganado doméstico", añade.

DÓNDE SE ENCUENTRA EN ESPAÑA

   A principios del siglo XX estaba presente en la mayor parte de la Península Ibérica, pero actualmente sólo habita en el cuadrante noroccidental, concretamente en Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria, Rioja y País Vasco. En menor medida se encuentra también en Andalucía y Castilla-La Mancha, habiendo llegado recientemente a Madrid.

   Sin embargo, el lobo se extinguió hace poco tiempo en Extremadura (aunque es posible que pudieran llegar nuevos lobos desde Castilla y León), y en Andalucía las manadas existentes en Sierra Morena a principios del nuevo siglo parecen haber desaparecido hoy, quedando en el mejor de los casos individuos aislados.

   Por todo ello, solicitan en la iniciativa que se declare al lobo ibérico 'especie de interés especial' al norte del Duero, para que no pueda ser cazada, y que todas las poblaciones situadas al sur del río se incluyan en el 'Catálogo Español de Especies Amenazadas' con la categoría de En Peligro de Extinción, lo que obligaría a las comunidades a desarrollar los correspondientes planes de recuperación de la especie.

   A su vez, quieren que se propicien mesas y foros de encuentro y debate entre los distintos sectores sociales interesados en la gestión del lobo, y se elabore una nueva Estrategia Nacional de Conservación del Lobo ibérico que, entre otros puntos, unifique las medidas de fomento de la coexistencia del lobo ibérico con la ganadería extensiva, ponga en marcha un proyecto de investigación sobre su etología, patrones de predación o su dinámica poblacional, así como un régimen específico de sanciones al furtivismo de la especie.