Después de su reunión con el gobernador Daraa, Mohammad Khaled Al-Hanous, el diputado Presidente del Consejo, Ilyas Umakhanov, reiteró la posición de su país por el pueblo sirio. Los miembros de la delegación expresaron su pesar por los intentos de algunas fuerzas "en explotar de lo que está sucediendo en Siria para distorsionar los hechos y obstaculizar el diálogo nacional, alabando la reforma las medidas adoptadas por el presidente Bashar Al-Assad para resolver los problemas económicos y sociales”. Umakhanov afirmó la importancia del diálogo con el fin de vivir en un mundo estable y seguro, y lograr la paz y un futuro mejor, además expresó su esperanza que el pueblo sirio podrá superar la crisis.

Un diplomático de la ONU dijo que incluso si los miembros del Consejo de Seguridad están de acuerdo –cosa que pone en duda- en un texto contra Siria por su continua represión contra los manifestantes, su adopción no tendrá lugar este mes mientras Líbano ocupe la Presidencia del Consejo de Seguridad -que rota mensualmente por orden alfabético- y que durará el mes de septiembre. El diplomático dijo que el Líbano no quiere ser recordado en la historia como el vecino que permitió durante su presidencia en el Consejo, la adopción del texto que impondrá sanciones al régimen de Al-Assad. Mark Lyall Grant, embajador británico, dijo que los británicos van redactar una resolución, con el apoyo de los países europeos del Consejo -Francia, Alemania y Portugal- junto a EE.UU., sigue sobre la mesa y continúan las consultas con otros miembros del Consejo.

El gobierno libanés –a cargo de la Coalición 08 de Marzo encabezada por Hezbollah- es aliado de Siria y detenta la mayoría dentro del país; a partir de esta situación ha tratado de evitar tomar una postura firme a nivel internacional respecto del levantamiento de Siria. En agosto, se disoció después de una declaración del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condena la violenta represión; a principios de este mes el Primer Ministro Najib Mikati dijo que el país no tenía el poder para hacer frente a la comunidad internacional y agregó que el Líbano "se aísla" de Siria.

Adnan Mansour, Ministro de Relaciones Exteriores, dijo a una radio libanesa que Líbano no aprobaría una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenando a Siria; aunque Mansour sostiene que esa instancia no iba a suceder ya que Rusia no va a aceptar una decisión en contra de Siria en la forma que quiere Occidente.

Resulta poco probable que en el corto plazo el Consejo de Seguridad imponga algún tipo de sanción contra Siria, más allá de la condena impuesta, de la cual Líbano se disoció. Mientras Rusia mantenga su posición dentro del Consejo y Líbano evite tomar parte en las discusiones, el régimen de Al-Assad será inmune al Consejo de Seguridad y quedará supeditado a las sanciones unilaterales que le puedan imponer los norteamericanos o europeos pero nunca más allá de eso.