- Los depósitos de basura mezclada, lodos de depuradora y residuos industriales no peligrosos se prolongan hasta mediados de 2020
- La consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, reconoce y agradece el esfuerzo de los vecinos y apela a una gestión de los residuos cada vez más responsable
La comisión delegada del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), presidida por la consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, ha aprobado esta mañana la licitación de las obras de ampliación del vertedero de La Zoreda para alargar su vida útil hasta 2020, con un presupuesto de 2.050.349,25 millones y un plazo de ejecución de 12 meses.
La consejera de Medio Ambiente y presidenta de Cogersa ha recordado que el recrecido del vertedero es una solución inaplazable, aunque transitoria, cuyo objetivo es poder seguir prestando a todos los ayuntamientos asturianos y a las empresas el servicio de tratamiento de los residuos municipales mezclados, de los lodos de depuradora que no puedan compostarse en la planta que se licitará el próximo mes y de los residuos industriales asimilables a urbanos.
Belén Fernández ha reconocido y agradecido el esfuerzo de los vecinos de la zona y ha apelado a una mayor implicación de las instituciones y del conjunto de la ciudadanía para hacer una gestión cada vez más responsable de los residuos. “La obra, que responde a una evidente necesidad social, se va a abordar con las máximas garantías ambientales, pero hay que reconocer que exige un esfuerzo de solidaridad por parte de los pueblos del entorno”, ha señalado.
Integración ambiental y mínimo impacto visual
Así, la adjudicataria de la obra deberá ceñirse para su ejecución a lo establecido en el proyecto básico redactado por los servicios técnicos del consorcio con la asistencia externa de la asesoría Ingeniería y Geología Consultores, S.L., así como a las exigencias de la Autorización Ambiental Integrada que otorga la Consejería de Medio Ambiente tras el pertinente Estudio de Impacto Ambiental.
La solución propuesta para alargar la capacidad del vaso de vertido hasta 2020 consiste en continuar con el depósito en altura de los residuos en la zona posterior, que es la cabecera del valle de La Zoreda en las proximidades de la parroquia de Campañones (Corvera), de Villardebeyo (Llanera) y de las plantas de reciclaje de Cogersa, cubriendo una superficie total de unos 387.924 metros cuadrados que, alcanzando una cota máxima de 230 metros sobre el nivel del mar, proporcionarán espacio para unos 2,8 millones de metros cúbicos de desperdicios.
La ampliación abarca hasta mediados de 2020, cubriendo unos 250.000 metros cuadrados sobre la que ha sido la última zona de explotación del vertedero, ejecutada con las exigencias de impermeabilización del Real Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito.
Para asegurar la estabilidad física del acopio, la integración ambiental y la minimización del impacto visual, el recrecido se irá ejecutando al depositar la basura en capas decrecientes y con pendientes suaves de entre el 3 y el 5 por ciento, bermas y taludes. En la última etapa, tras el sellado, se sembrará hierba en las laderas.
Las obras de ampliación del vertedero incluyen la construcción de dos nuevas balsas de almacenamiento intermedio de lixiviados, con capacidad para 22.000 metros cúbicos. Las aguas residuales se conducirán hasta la planta de depuración de Cogersa, mediante una tubería de plástico de alta densidad.
La adjudicataria del contrato de construcción del nuevo vaso de vertido deberá asimismo acometer las obras de ampliación de la red de captación y canalización del biogás con la ejecución de dos nuevas estaciones de regulación y una central de impulsión.
La construcción del vertedero de residuos no peligrosos se inició en 1983 con un volumen aprovechable de unos 10,5 millones de metros cúbicos. En 2005 se inauguró una ampliación de 2,1 millones de metros cúbicos hacia la cabecera del valle de La Zoreda.
La última ampliación data del año 2010 y sirvió para incrementar la capacidad en otros 3,5 millones de metros cúbicos que situaron la cavidad en 16,1 millones de metros cúbicos, que equivalen al llenado total del valle en la cota que visualmente no rebosa.