· Investigadores de la Universidad de Oviedo demuestran que el entrenamiento permite que los alumnos pasen de una lectura lenta y serial a otra más directa, rápida y eficiente
· El trabajo concluye que la repetición de palabras en voz alta es especialmente útil con los vocablos más largos, que generalmente presentan más dificultades para los estudiantes
La lectura repetida y en voz alta de una misma palabra de seis a ocho ocasiones es suficiente para pronunciar ese vocablo con fluidez. Es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Oviedo tras someter a dos pruebas diferentes a un grupo de 102 alumnos de entre 7 y 12 años. El trabajo, publicado en la revista Journal of Research in Reading, concluye que el entrenamiento basado en la lectura repetida es una buena herramienta para que los escolares formen las representaciones ortográficas de los términos.
Fernando Cuetos, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo y uno de los firmantes del estudio, señala que, en general, los niños españoles aprenden a leer muy pronto porque, dada la regularidad del castellano, son capaces de pronunciar las letras y sílabas que forman las palabras en solo varios meses. Sin embargo, sostiene este profesor, la adquisición de la destreza lectora va más allá. “Los niños se convierten en lectores fluidos cuando consiguen formar representaciones ortográficas de las palabras que les permiten leerlas directamente sin tener que ir letra a letra. Y la fluidez lectora está íntimamente relacionada con la comprensión. Muchos niños tienen dificultades para comprender textos escritos porque tienen que dedicar todos sus recursos cognitivos al descifrado de las letras. A medida que consiguen leer directamente las palabras, su fluidez lectora mejora y con ello la comprensión de lo que leen”, señala Fernando Cuetos.
El estudio, que lleva por título Orthographic learning in Spanish children (Aprendizaje ortográfico en niños españoles), revela que, en el caso del castellano, los escolares sin dificultades de lectura adquieren la representación mental de una palabra tras su repetición en voz alta en seis u ocho ocasiones, por término medio. Fernando Cuetos manifiesta que se llegó a esta conclusión tras someter a los 102 alumnos a dos pruebas diferentes. En la primera, los niños realizaron una tarea de lectura donde las palabras se presentaban dentro de un texto; en la segunda, los vocablos aparecían aislados. En ambos caso, los tests se llevaron a cabo en una sala tranquila del centro escolar donde se pidió a cada niño que leyera con la siguiente instrucción: “Vas a leer estas palabras todo lo bien y rápido que tú puedes, sin equivocarte”. Sus respuestas fueron grabadas y se registraron sus errores para su análisis posterior.
Los resultados demostraron que, tras un proceso de entrenamiento consistente en la repetición de esas palabras, los escolares pasaban de una lectura lineal a otra más directa, rápida y eficiente. Y además lo hacían independientemente de que las palabras figuraran aisladas o dentro de un contexto. El estudio indicó además que el recurso a la repetición es muy efectivo para los vocablos más largos, aquellos que generalmente presentan más dificultades para los escolares.
En otros dos estudios recientes publicados en Annals of dyslexia y Frontiers in Psychology,, subvencionados por el Ministerio de Economía y Competitividad, encontraron que los niños con dislexia necesitan de un mayor número de lecturas repetidas para formar las representaciones ortográficas de las palabras. Estos alumnos tienen dificultades para aprender la asociación letra-fonema y eso hace que lean despacio y con bastantes errores; de ahí que no puedan formar fácilmente dichas representaciones ortográficas.
Fernando Cuetos concluye que los trabajos tienen indudables implicaciones didácticas: “La práctica del entrenamiento lector en las aulas, basado en la repetición, ayudaría a los alumnos a adquirir fluidez lectora. Para los niños con dislexia, los resultados apuntan la necesidad de una metodología específica y especializada ya que no es suficiente el trabajo realizado en el aula”.
Referencia
Suárez-Coalla, P., Álvarez-Cañizo, M. y Cuetos, F. (2016) Orthographic learning in Spanish children. Journal of Research in Reading. http://dx.doi.org/10.1111/1467-9817.12043
Suárez-Coalla, P., Avdyli, R. y Cuetos, F. (2014) Influence of context-sensitive rules on the formation of orthographic representations in Spanish dyslexic children. Frontiers in Psychology, 5, nº 1409
Suárez-Coalla, P., Ramos, S., Álvarez-Cañizo, M., Cuetos, F. (2014) Orthographic learning in Spanish dyslexic children. Annals of dyslexia, 64 (2), 166-181.