La institución académica reabre uno de sus edificios emblemáticos destinado a dependencias administrativas y sede del Consejo Social
La reforma incluye la instalación de un ascensor para garantizar la accesibilidad, mejoras en la habitabilidad y ahorro energético, y la recuperación de las fachadas
La Universidad de Oviedo reabre el Palacio Quirós tras una profunda rehabilitación realizada en los últimos ocho meses que ha incidido especialmente en las fachadas, cubierta y accesibilidad, además de cambios de distribución interna. La antigua Casa de Bernaldo de Quirós, uno de los inmuebles más emblemáticos de la institución académica que data del siglo XVIII, alberga distintas dependencias universitarias como el Registro Central, la gerencia y la sede del Consejo Social, entre otras.
La Universidad ha realizado obras destinadas a la conservación y mantenimiento del inmueble, incluyendo mejoras de las condiciones de seguridad, habitabilidad, ahorro energético, salubridad y accesibilidad. Las actuaciones, promovidas por el vicerrectorado de Campus, Informática e Infraestructuras, comenzaron en verano del pasado año, después de que la obra fuese licitada en 829.079,61 euros.
Entre las acciones más importantes destacan: la rehabilitación de las fachadas principal y de la calle Pozos, con la recuperación de cercados, escudos, cornisas y elementos de sillería, y la eliminación de barreras arquitectónicas con la instalación de un ascensor entre la planta baja y la tercera planta. Además, se ha procedido a sustitución de la cubierta y canalones, y la demolición de los añadidos perimetrales, creando espacios libres en torno al edificio, y de todas las divisiones interiores del bajo cubierta, así como la instalación de iluminación de bajo consumo.
Este inmueble está clasificado dentro del grupo de casas de hidalgos que van abandonando sus residencias solariegas para asentarse en la ciudad. A pesar de haber sido objeto de numerosos estudios aún se desconoce la fecha real de la primitiva construcción, que sufrió un derribo prácticamente íntegro en la década de 1780. A mediados del siglo XVIII la casa estaba habitada por el Regidor perpetuo de la ciudad, Tomás Bernaldo de Quirós y Benavides. Tras distintas reformas y modificaciones, en 1932, con un proyecto del arquitecto Francisco Casariego, se amplió el inmueble con la elevación de un piso.
La fachada de la Plaza de Riego, de carácter noble, está formulada con sillares regulares bien trabajados y con la alternancia rítmica de ventanas y balcones. Incluye además una piedra armera con dos escudos acolados. En el primero se representan las armas de Bernaldo de Quirós Benavides y Medrano y, en el segundo, de Miranda, Ponce de León y Ruiz de Junco. El conjunto lleva como soportes dos leones rampantes y se timbra con yelmo coronado.
Por su parte, la fachada de la calle los pozos, secundaria y mucho más comedida, incluye el escudo del linaje Bernaldo de Quirós, con el conocido lema Después de Dios, la Casa de Quirós. En 1982 la Universidad de Oviedo adquirió este inmueble y en 1985 el arquitecto Carlos Blanco Bescós elaboró el proyecto de adaptación interna de la casa de Quirós para oficinas administrativas.