El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el Presidente de la Corte Penal Internacional (CPI), Sang-Hyun Song, realizaron hoy un intercambio de Cartas para el establecimiento de un Acuerdo de Cooperación entre ambas instituciones en temas de interés común, entre ellos la promoción y diseminación del derecho penal internacional y del Estatuto de Roma, el intercambio de información y la participación en actividades de interés mutuo.
En la ceremonia de firma, que tuvo lugar en la sede principal de la OEA en Washington DC, el Secretario General Insulza afirmó que la Corte Penal Internacional “representa un hito en la historia del derecho internacional, del derecho penal internacional y del derecho internacional humanitario y en el esfuerzo para luchar contra la impunidad de las violaciones masivas de los derechos humanos”.
El máximo representante de la OEA recordó además que, siendo él Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, tuvo a su cargo la tarea de representar a su país en la firma del Estatuto de Roma el 11 de septiembre de 1998, “fecha elegida dado el gran simbolismo y relevancia histórica para mi país, ya que se cumplía el 25 aniversario del golpe militar que cambió la vida para muchos de nosotros”. El Secretario General agregó que “muchos países del hemisferio han sufrido experiencias similares y nuestras sociedades han tenido que lidiar con las cicatrices que esos acontecimientos dolorosos han dejado atrás. Hemos aprendido de nuestra propia experiencia que la impunidad de los crímenes más graves y atroces amenaza la estabilidad interna y regional en nuestras naciones”.
Al expresar su agradecimiento y compromiso de continuar apoyando la labor de la Corte Penal Internacional, el máximo representante de la organización hemisférica afirmó que “la paz y la justicia son dos elementos principales en el establecimiento de una cultura de la rendición de cuentas en el continente” y anunció que el acuerdo firmado hoy “es el primer paso en la consolidación de nuestros vínculos con la Corte, que nos permitirá cooperar en ámbitos de interés común”.
El Presidente Song, por su parte, resaltó que la OEA y la CPI “están basadas en valores comunes de fundamental importancia para la humanidad”, y subrayó el papel que Trinidad y Tobago, País Miembro de la OEA, desempeñó en el proceso fundacional de la CPI, al proponer en 1989 a la Asamblea General de las Naciones Unidas establecer un tribunal internacional permanente para hacer frente al tráfico transnacional de drogas. Aquella propuesta condujo a la creación de la primera corte permanente en el mundo encargada de juzgar los crímenes más graves de trascendencia internacional, es decir, el genocidio, los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión. Hasta ahora, 114 Estados se han unido al Estatuto de Roma de la CPI, que entró en vigor el 1 de julio de 2002. “Hoy, la CPI se ha ganado un lugar entre las instituciones internacionales permanentes a cargo de los temas de paz y justicia”, comentó el Juez Song, quién también afirmó que “no hubiésemos podido llegar hasta aquí sin los incansables esfuerzos de la sociedad civil, los Estados y las organizaciones intergubernamentales, entre ellas la OEA, que ha sido uno de los defensores más consistentes y vocales de la Corte Penal Internacional, por lo cual estamos muy agradecidos”
“A través de sus resoluciones sobre la CPI, la Asamblea General de la OEA ha brindado siempre un apoyo político de alto nivel para el sistema del Estatuto de Roma y ha instado a los Estados Miembros de la OEA a fortalecer aún más su cooperación con la Corte”, aseguró el líder de la institución judicial internacional, agradeciendo los esfuerzos que realiza la OEA para que aquellos Estados que no son Parte del Estatuto de Roma consideren hacerlo.
El Presidente de la CPI expresó su satisfacción por la firma del acuerdo con la OEA porque “los beneficios de esa cooperación son muy reales. Como ustedes saben, los delitos tipificados en el Estatuto de Roma siguen plagando al mundo, y niños mujeres y hombres inocentes siguen siendo víctimas de atrocidades inimaginables. El nuevo sistema de justicia penal internacional sólo podrá ser plenamente eficaz con el firme apoyo de los Estados y de la comunidad internacional en su conjunto. Las organizaciones regionales como la OEA desempeñan un papel vital para allanar el camino hacia ese objetivo”, concluyó.
Previo a la ceremonia de Intercambio de cartas, ambos oficiales mantuvieron un encuentro privado en el que dialogaron acerca de los esfuerzos para lograr la universalización del Estatuto de Roma; la labor que realiza la CPI; su relación con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el estado de ratificaciones de dicho instrumento por parte de los Países Miembros de la OEA.