Según indican las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el agresor decía ser el responsable de un conocido disco bar del casco antiguo de Oviedo y una amiga de la primera víctima publicó un anuncio en el que se ofrecía a trabajar como camarera. Al poco tiempo, el joven contactó con ella, pero a la entrevista de trabajo no fue ella sino una amiga.

   Durante la conversación telefónica ambos acordaron quedar el pasado sábado en la calle General Elorza y con la excusa de que el vehículo del joven estaba mal aparcado, invitó a la joven a subir al mismo y nada más iniciar la marcha comenzó a efectuarle tocamientos.

   Debido a esta situación, la víctima se puso muy nerviosa y pidió al agresor que parase el vehículo y en un semáforo aprovechó para apearse y salir corriendo. Acto seguido, la denunciante publicó lo sucedido en las redes sociales y varias jóvenes le respondieron con que a ellas les había pasado lo mismo.

   Por esta razón decidió acudir a la comisaría a informar a los agentes sobre este hecho, aunque manifestó que pondría denuncia más adelante.

   Con otra de las jóvenes, el autor del acoso contactó con ella a través de un anuncio puesto en la web milanuncios.com y quedó con ella en el mismo emplazamiento, la calle General Elorza. Al subir al vehículo se dirigieron hasta la cima del Naranco y al salir del vehículo comenzaron los abusos. Ante esto, la joven quedó bloqueada y él aprovechó a efectuarla diversos tocamientos.

   Al comenzar a llorar, el agresor le dejó a subir al coche, aunque intentó que se quitara la camiseta. Al negarse la joven, el joven emprendió el regreso al centro de Oviedo a gran velocidad. Después de esto, la joven tomó nota de la marca, color y matrícula del vehículo.

   El primer anuncio que se puso data de 2004 por lo que es probable que las jóvenes sometidas a abusos sexuales hayan sido muchas más y a medida que los hechos se hagan públicos, las victimas se animen a denunciar.

   El joven no ha sido detenido ya que se encuentra ingresado en prisión y aprovechó para cometerle el último de los abusos sexuales, cuando estaba disfrutando de un permiso penitenciario.