Asturias.-Poco o nada alentadores son los datos sobre desahucios de vivienda que recoge el informe publicado por el Consejo General del Poder Judicial bajo el título Efectos de la crisis económica en los órganos judiciales. Según el máximo órgano de la judicatura, en Asturies fueron ejecutados en 2015 un total de 1.241 desahucios, lo que supone un promedio de tres al día. Peor aún son las cifras del Instituto Nacional de Estadística, que en su último registro constata que las ejecuciones hipotecarias de vivienda crecieron en nuestra comunidad respecto a 2014, quince más en un año.

Desde el Grupo Parlamentario de Podemos Asturies responsabilizan de esta situación "no sólo a la codicia de las entidades bancarias que son culpables, en buena parte de los casos, de esos lanzamientos de vivienda, sino también a la pasividad e inhibición del Gobierno (ahora en funciones) de Mariano Rajoy, por un lado, y del Ejecutivo de Javier Fernández, por el otro". 

En esta línea, el Grupo Parlamentario de Podemos Asturies ha registrado una pregunta al Gobierno asturiano para saber si los cargos políticos que formaban parte del consejo de administración de Cajastur, primero, y de Cajastur-Liberbank posteriormente tienen alguna responsabilidad política en las decisiones que tomaron durante el período en el que se produjeron los hechos que han sido objeto de condenas judiciales por la comercialización de deuda subordinada. Asimismo, piden información "sobre las acciones que piensa llevar a cabo el Ejecutivo para exigir a una empresa que fue pública durante décadas y de la que miembros del Gobierno y de su partido llevaron a cabo su privatización (desde el consejo de administración) para que respete las condiciones laborales en vez de dedicarse al trasvase de rentas desde la ciudadanía y los trabajadores y trabajadoras a los accionistas ahora privados".

El fraude de las subordinadas se produjo de forma simultánea a lo que los tribunales consideran otra práctica abusiva y fraudulenta: las cláusulas suelo, que derivaron en no pocos desahucios al agravar las dificultades de la gente para hacer frente a las hipotecas.