Conceyu no ve sentido a la continuidad de un organismo cuyos integrantes ya tienen "hilo directo" con el poder
Responsables de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y de los sindicatos UGT y CCOO han mostrado este lunes en una comisión de la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) su rechazo frontal a la supresión del Consejo Económico y Social (CES) del Principado de Asturias.
Fue el pasado mes de octubre cuando el PP consiguió sacar adelante una proposición de ley en la Cámara asturiana para suprimir el organismo por su elevado coste y porque su actividad la puede desempeñar otros medios. Los votos de PSOE e IU no fueron suficientes para frenar la norma, que salió adelante con el respaldo del resto de los grupos y que ahora se tramita.
Sin embargo, tanto FADE, como UGT y CCOO han mostrado una encendida oposición a ese planteamiento. Por parte de los empresarios ha intervenido el director general de la federación, Alberto González, quien ha recordado que el presupuesto del CES ya se redujo de forma importante en los últimos años. Ha considerado al organismo que preside Nicolás Álvarez desde su constitución como un "valioso marco estable de permanente colaboración entre organizaciones sindicales y empresariales".
A juicio de González, el balance de actividades del CES ha sido "muy valioso", aunque ha reconocido la posibilidad de dotar al organismo de un "impulso renovado". A su juicio, el CES "debe seguir jugando un papel fundamental como foro estable de entendimiento".
En una línea parecida se ha pronunciado el secretario general de CCOO, Antonio Pino, quien ha mostrado su voluntad de diálogo en el debate para mejorar el CES. A su juicio, suprimirlo sería un "peligroso camino" porque este tipo de organismos son un eje "esencial" de sociedades modernas y participativas.
El secretario general de UGT, Justo Rodríguez Braga, se ha mostrado también abierto a la posibilidad de renovar el organismo, cambiando incluso a sus representantes, ya que ha considerado, por ejemplo, que el Gobierno asturiano no debería designar a representantes. "Es paradójico que haya parlamentos que pongan en marcha acciones para guillotinar instrumentos de participación ciudadana", ha lamentado.
En la misma comisión también ha participado el presidente del Consejo Económico y Social de España, que ha defendido la utilidad de este tipo de organismos que son "modestos" y necesarios en una sociedad que necesita "la razón y la palabra". La inversión en estos organismos es "en entendimiento", ha comentado.
El profesor universitario Miguel Presno ha planteado los cambios concretos que a su juicio debería afrontar el CES, aunque no es partidario de suprimirlo. Así, ha explicado que sería deseable reducir el número de miembros de los 24 actuales a 12, de los que cuatro serían designados por sindicatos, cuatro por empresarios y otros cuatro por otros colectivos sociales, como asociaciones de consumidores o entidades del tercer sector. "Se puede mantener, puede ser útil si se democratiza y se hace más plural", ha argumentado Presno, partidario de que el CES asturiano establezca una limitación de mandatos a ocho años. También ha considerado que ha de ser más transparente.
VOCES MUY CRÍTICAS
Pero en la comisión no todo han sido intervenciones de partidarios de que el CES continúe. El excoordinador de las Juventudes de la Federación del Metal de UGT, Pablo Álvarez, que fue expulsado del sindicato, ha sido el compareciente más crítico y ha dicho que los ciudadanos asturianos desconocen el funcionamiento del CES y se ha referido al organismo como un "chiringuito financiado con dinero público para colocar a familiares y afines".
En su opinión, esa unión de sindicalistas y empresarios en la defensa es 'contra natura' porque "lobos y ovejas no comparten pesebre". "La democracia sólo será seria cuando los especuladores políticos abandonen las instituciones" ha llegado a decir en una intervención muy crítica, en la que ha dicho que el CES lleva ya consumidos más de 10 millones de euros de todos los asturianos.
Por parte de la asociación Conceyu por Otra Función Pública, ha intervenido José María Estrada, que se ha mostrado partidario de la supresión del CES. Se trata de un organismo, ha explicado, que ignora a las minorías y sólo cuenta con "quienes tienen el favor del sistema". Las organizaciones que "no son tan obedientes" no están representadas en su opinión. De hecho, ha dicho que quienes están en el CES, como la Federación de Empresarios, ya tienen "hilo directo" con el poder.