La edad influye en el voto. Esa es una de las principales conclusiones que se desprenden del estudio ‘Radiografía del votando español’ realizado por TNS Demoscopia tras el análisis de las más de 182.000 encuestas a pie de urna en las elecciones generales de 2015. En aquel sondeo no nos limitamos a recoger únicamente información sobre el voto emitido por los ciudadanos entrevistados, sino que registramos también información proveniente de otras variables de interés, como la de la formación política votada en anteriores comicios, las elecciones autonómicas o, en algunos territorios -País Vasco y Galicia-, elecciones municipales de 2015.

Analizando los resultados vemos que el nivel de apoyos del PP tendió a elevarse de forma muy notable a medida que se elevaba la edad de los electores, pasando de una cota de apenas el 16% de los votos entre los menores de 35 años (entre los que fue la tercera fuerza política en el ranking de las más votadas), un 24,5% entre las personas de 35 a 49 años (siendo ya primera fuerza política en este segmento de edad), un 33,5% entre los ciudadanos de 50 a 64 años, hasta alcanzar un notable 46,2% de los votos entre la población de 65 y más años. El grado de apoyo al Partido Popular fue, pues, casi 3 veces superior en el intervalo de más edad (mayores de 64 años) que en el más joven (de 18 a 34 años). Entre los mayores de 64 años, el PP aventajó en nada menos que 18,7 puntos porcentuales al segundo clasificado, el PSOE.

En cuanto a la variación del grado de apoyos del PSOE por intervalos de edad, encontramos una dinámica similar a la que presenta el PP: una correlación directa entre el porcentaje de voto obtenido y la edad de los electores, desde un 14,2% entre los menores de 35 años, pasando por un 21,0% entre las personas de 35 a 49 años, para llegar a cotas superiores entre las personas de 50 a 64 años (26,1%) y, algo más, entre las que superan los 64 años (27,5%). De esta forma, la posición del PSOE en el ranking electoral, según porcentaje de votos, fue: 4ª posición en el segmento joven de 18 a 34 años, 3ª posición en el segmento de 35 a 49 años, y 2ª posición ya muy clara y consolidada –por detrás del PP- en el segmento amplio de ciudadanos por encima de los 50 años.

El escenario –este tipo de correlaciones- es justo el contrario en el caso de Podemos y Ciudadanos, ambos partidos con una nítida tendencia de incremento de apoyos a medida que se reduce la edad de los votantes.

En el caso de Podemos (agregados a esta candidatura los apoyos recabados por sus socios En Comú, Compromís y En Marea), su porcentaje de votos fue 4,3 veces superior entre los menores de 35 años (34,7%) que entre los mayores de 64 años (8,0%), pasando por unas cotas del 22,6% entre las personas de 35 a 49 años y una ya significativamente inferior del 14,7% entre las personas de 50 a 64 años. En el segmento de votantes por debajo de 35 años, la fuerza liderada por Pablo Iglesias aventajó muy claramente a sus inmediatos competidores: en este colectivo de jóvenes superó en nada menos que 14,9 puntos al segundo partido más votado, Ciudadanos (19,8%), en 18,8 puntos al PP y en algo más de 20 puntos al PSOE (20,5%). Una posición de liderazgo que, aunque por poco, Podemos perdió ya frente al PP en el siguiente tramo de edad, de 35 a 49 años: 22,6% vs. un 24,5% del PP.

Por lo que respecta finalmente a Ciudadanos, como ya apuntábamos, su tirón electoral presentó también una fuerte correlación inversa con la edad de los votantes, aunque en una medida algo menor que la reflejada por Podemos. Así, el porcentaje de votos alcanzado por la formación de Albert Rivera fue 3,5 veces más elevada entre los menores de 35 años (19,8%) que entre los mayores de 64 años (5,7%), pasando por unas tasas del 17,0% entre las personas de 35 a 49 años y del 10,6% entre las personas de 50 a 64 años. Fue pues en el segmento más joven (de 18 a 34 años) donde sin duda Ciudadanos alcanzó su cenit electoral, rozando el 20% de los votos y situándose como segundo partido más votado, claramente por detrás de Podemos, como decíamos, pero aventajando al PP (al que superó en 3,9 puntos) y PSOE (al que rebasó en 5,6 puntos).

Estos datos, sustentados en una muestra de estudio de tal magnitud ratifican el hecho de que los partidos emergentes actuales son fruto de un fenómeno generacional, aunque con ello, lógicamente, no pretendamos circunscribir la explicación de su aparición y auge a esta sola variable. Lo cierto en todo caso sí sería la existencia de una nueva generación que reclama un papel mucho más activo y protagonista en una nueva era de la política española.

En este estudio hemos analizado también los niveles de ‘fidelidad’ y trasvases de voto de las principales fuerzas políticas que concurrieron a los comicios del 20-D, una ‘radiografía’ electoral efectuada tanto a nivel nacional como en las principales CC.AA. (C. de Madrid, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, País Vasco y Galicia) algo que se puede consultar ampliamente en el estudio que presentamos en nuestra cuenta de slideshare a continuación:

Fuente TNS