Liberbank ha obtenido un beneficio de 129 millones de euros en el ejercicio 2015. El beneficio neto atribuido ha aumentado en el pasado año un 9,9 por ciento respecto a los 117 millones de 2014, según informa la entidad en una nota de prensa.
Con estos datos, se consolida la evolución positiva de los últimos trimestres en los indicadores de rentabilidad del negocio minorista, de calidad de sus activos, con una reducción de la mora de 0,6 puntos porcentuales hasta situarse en el 10 por ciento, y de crecimiento de la formalización de nueva inversión crediticia, con un crecimiento del 45,6 por ciento.
La consolidación de la mejora de la actividad típica se refleja en el margen recurrente del negocio minorista, que se ha situado en el 1,67 ciento, 17 puntos básicos mejor que hace un año, y cuya aportación ha permitido que el margen de intereses haya registrado un incremento interanual del 5 por ciento y se sitúe en 494 millones de euros.
La mejora del negocio típico propicia que, pese a la reducción de los resultados por operaciones financieras en 107 millones, la entidad destine 182 millones de euros a dotaciones a provisiones, de los que 98 son para cubrir el plan de bajas incentivadas y el resto para reforzar provisiones para cubrir contingencias legales.
La positiva evolución de la calidad de los activos, por su parte, se refleja en que por séptimo trimestre consecutivo se reduce la cifra de activos dudosos, de tal forma que en el conjunto del año la disminución fue de 270 millones de euros, lo que supone un descenso en el año de la cifra de activos dudosos no EPA del 11,2 por ciento, y en que las pérdidas por deterioro de activos han disminuido en 131 millones, un 37,4 por ciento menos, a pesar de haberse dotado 75 millones de saneamientos no recurrentes que tienen como objetivo reforzar las coberturas del riesgo de crédito.
La nueva inversión crediticia creció un 45,6 por ciento, con la formalización de nuevas operaciones por un volumen total de 3.146 millones de euros, destacando la nueva inversión crediticia en pymes y autónomos, con un incremento interanual del 56 por ciento.