La muestra repasa en cuatro bloques temáticos los aspectos más relevantes de la escultura, pintura, miniatura y orfebrería de este periodo
- La exhibición, que podrá visitarse hasta el 10 de marzo en LAUDEO Centro Cultural de la Universidad, se integra en los actos del 30 aniversario de la declaración de los monumentos como Patrimonio Mundial
La escultura decorativa en Santa María del Naranco, la pintura mural en San Miguel de Lillo y en San Julián de los Prados, los relieves en San Salvador de Valdediós, el extraordinario diseño de la Biblia de Danila o la riqueza de las joyas del Reino de Asturias conforman uno de los legados artísticos más importantes de la Alta Edad Media en Europa. Todas estas señas de identidad de arte Prerrománico asturiano forman parte de la exposición Relieves, que hasta el próximo 10 de marzo podrá visitarse en el claustro alto de LAUDEO Centro Cultural de Extensión Universitaria y que complementa la muestra actualmente instalada en el Museo Arqueológico sobre los monumentos prerrománicos que integran la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
La exposición ofrece al público una visión diferente del arte asturiano a través de sus detalles más desconocidos, con imágenes de alta calidad y cuidados textos explicativos. Relieves forma parte de actos organizados por la Consejería de Educación y Cultura en colaboración con la Universidad de Oviedo con motivo del 30 aniversario de la declaración del Prerrománico asturiano como Patrimonio Mundial de la Unesco.
La muestra podrá visitarse en el Claustro alto de LAUDEO entre el 18 de febrero y el 10 de marzo, en horario de 9:00 a 20:30 horas, de lunes a viernes; y de 9:00 a 13:30 horas, los sábados. Su estructura, en torno a cuatro bloques temáticos: escultura, pintura, miniaturas y orfebrería, facilita una visión global de la riqueza del Prerrománico.
Escultura
“Organismos artísticos de originalidad suma, que son modelos de lógica, de ritmo, de progreso, y aún exquisitos, dentro del barbarismo propio de su siglo”. Con estas palabras definía Manuel Gómez Moreno, arqueólogo e historiador español, las piezas escultóricas del Prerrománico que realzan las construcciones arquitectónicas. La exposición recuerda que es a partir de mediados del siglo IX cuando se atribuye a la escultura decorativa un papel esencial en la configuración del aspecto final del edificio.
Las placas decorativas y los medallones de Santa María del Naranco y Santa Cristina de Lena, el cancel de San Miguel de Lillo, la basa con el evangelista Lucas o la ventana del santuario de San Salvador de Valdediós son buenos ejemplos de cooperación entre arquitectura y escultura.
Pintura
El también arqueólogo e historiador Helmut Schlunk decía en 1957 que “la pintura asturiana se presenta ante nosotros como una grandiosa y última fase de la pintura mural antigua (…) con una pureza apenas igualada en el resto de Europa en los comienzos del siglo IX”. La muestra Relieves recuerda que Asturias ha conservado en Santullano el conjunto de pintura mural más importante de la Europa del siglo IX. Su contenido configura un ejemplo a día de hoy sin paralelo formal conocido, lo que dificulta enormemente la tarea de desentrañar su sentido.
Miniatura
“A mucha distancia, este es el más hermoso producto de la caligrafía española y de la ilustración de miniatura que conozco”. La frase de Elias Avery Lowe, paleógrafo estadounidense, se refiere a la extraordinaria biblia copiada por el escriba Danila y su anónimo colaborador en Oviedo a inicio del siglo IX. El texto, además de un monumento caligráfico de primer orden y un códice de importancia decisiva, es también un riquísimo repertorio de motivos decorativos. El resultado, del que da cuenta la exposición, es una obra maestra del arte universal, equiparable en su género a Santa María del Naranco o a la Cruz de la Victoria.
Orfebrería
De nuevo Hemut Schlunk destaca la riqueza del Prerrománico asturiano con una referencia a la Cruz de la Victoria. “Muestra –decía este historiador en 1950—nuevos rasgos, procedentes de prototipos carolingios, y constituye, de acuerdo con su belleza tanto como con su importancia, una verdadera obra regia”. Es en la primera década del siglo X cuando los orfebres de la corte de Oviedo elaboraron dos piezas de trascendencia excepcional: la Cruz de la Victoria y la Arqueta de las Águedas. La exposición recoge en diversas fotografías varias imágenes de ambas joyas.