Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, los detenidos, antes de abandonar el domicilio  en el que pernoctaban por mera amistad con el dueño y sin contraprestación económica, prendieron fuego a un colchón "como venganza" por haberlos expulsado.

   Agentes de La Policía Nacional asistieron al morador del domicilio, que no podía salir por la densidad del humo y sofocaron el incendio, que finalmente solo causó daños a una habitación y al pasillo. Los agentes desalojaron el inmueble para evitar daños  a todos los vecinos, que se regresaron a sus casas tras la revisión del foco por los Bomberos.