En los países de la Unión Europea se consume el doble de zumo de frutas que hace veinte años. Sin embargo, el consumidor no es consciente de lo que ingiere realmente cuando se lleva un vaso a la boca: zumo, néctar o una mezcla de varios componentes. Una nueva propuesta del Parlamento Europeo sobre el zumo de frutas pretende mejorar los estándares de producción y facilitar a los usuarios la elección más saludable.
Más del 80 por ciento del zumo de naranja que se consume en Europa procede de Brasil y Estados Unidos. La UE se consolida así como el mayor importador de este producto a nivel mundial, un dato que conlleva una mala noticia para el medio ambiente, dados los altos niveles de emisiones de dióxido de carbono que se derivan del transporte de la carga. Así lo especifica el proyecto de informe del socialista español Andrés Perelló, que fue presentado en la comisión parlamentaria de Medio Ambiente el pasado 18 de Abril.
El documento busca estimular el consumo de productos locales que no precisan de trayectos tan largos para ser transportados, reduciendo así las emisiones de dióxido de carbono. Además, hace hincapié en el control de que las condiciones en que se producen estos artículos cumplen con las condiciones del Derecho comunitario, y que se manufacturan de acuerdo a los principios de seguridad alimentaria que establece la Unión Europea.
Dependencia de otros mercados
La dependencia de las importaciones también provoca que el modelo empresarial sea menos sostenible. En el caso de Brasil y Estados Unidos, las naranjas cultivadas se utilizan para ser transformadas posteriormente en zumo, mientras que en Europa se emplea fruta que queda excluida del mercado de productos frescos debido su reducido tamaño o defectos tales como pequeñas manchas.
El texto también señala que los productores de la Unión Europea deberían poder incluir en el zumo de naranja un porcentaje del 10 por ciento de zumo de mandarina, lo que intensificaría el sabor a la par que lo haría más saludable y evitaría una situación desfavorable del mercado comunitario.
Información al consumidor
Mejorar la información al consumidor es otra de las propuestas del documento, que invita a realizar una clara distinción entre el zumo y el néctar. Mientras que el primero no contiene azúcares añadidos, el segundo sí puede incluir alguna clase de edulcorante. Un dato éste especialmente importante para niños, diabéticos o gente con problemas de peso.
Éste es sólo uno de los varios proyectos de informe que la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha preparado recientemente en relación con la alimentación. Un mayor poder de decisión para los Veintisiete a la hora de prohibir la presencia de organismos modificados genéticamente (OMG) en la comida, el etiquetado de los alimentos procedentes de animales clonados o un control más exhaustivo del uso de antibióticos sobre animales son otros de los proyectos que ya están siendo discutidos.