La asociación, centrada en la atención a personas con algún tipo de discapacidad, integra la autogestión de biorresiduos en su taller de huerto ecológico y en el comedor del centro, en colaboración con Cogersa y el Ayuntamiento de Cangas de Onís.

El alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González; el gerente del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), Santiago Fernández; y la directora de la asociación de discapacitados Emburria, María Hórreo, presentaron hoy una experiencia pionera de compostaje comunitario que se llevará a cabo en el huerto ecológico y el comedor de esta última entidad.

Se trata de una de las primeras actuaciones de autogestión de residuos orgánicos de la huerta y la cocina por parte de un grupo organizado de personas que se pone en marcha en Asturias.

La asociación Emburria trabaja con la inserción y el apoyo a personas con algún tipo de discapacidad. Se ha instalado en su pequeña huerta un contenedor especialmente diseñado para el acopio de biorresiduos, una compostadora de 800 litros de capacidad. Los usuarios del centro y los educadores irán separando y aportando los restos orgánicos procedentes del comedor del centro y de los propios cultivos. Además, una quincena de familias se ha sumado a la iniciativa y ha colocado en su domicilio un cubo para clasificar los biorresiduos y trasladarlos hasta la compostadora.

La experiencia de compostaje comunitario de Cangas de Onís se lleva a cabo gracias a la colaboración entre la asociación, el Ayuntamiento y Cogersa.

El compostaje comunitario se realiza en grupos organizados (colectivos vecinales, comunidades de propietarios, asociaciones vecinales, etc.) donde el compromiso de aportar los residuos a un mismo punto de gestión y la organización del trabajo en equipo es fundamental.

Sobre el compostaje

El compostaje es una práctica que permite la autogestión (tratamiento llevado a cabo por el propio productor del desecho) de los residuos orgánicos de origen doméstico, preferiblemente los restos de alimentos no cocinados –frutas, hortalizas, verduras- y los desechos del huerto o la poda. Se trata de imitar y manejar de manera controlada el proceso de putrefacción natural de la materia orgánica: se mezclan en la proporción adecuada los diferentes residuos, se voltean periódicamente y se controla el grado de humedad. El resultado final de este proceso de descomposición aeróbica es el compost, un producto sólido que posee unas propiedades que lo hacen apto para su uso como enmienda orgánica en el suelo de huertos y jardines a los que aporta mejoras físicas,  químicas y biológicas.

FOTO: El gerente de Cogersa, Santiago Fernández, el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González, y el concejal de Urbanismo, Gonzalo Suero, posan junto a varios de los usuarios de Emburria y familiares implicados en el compostaje comunitario.