Madrid (E.P.).- El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, concluirá este viernes su ronda con los dirigentes territoriales del partido previa al Comité Federal del sábado, pensado para poner fecha al 39 Congreso del partido pero en el que todo el protagonismo estará en las posibilidades de alcanzar un acuerdo de investidura. Entre los últimos en acudir a Ferraz estarán los presidentes de Asturias, Javier Fernández; Extremadura, Guillermo García-Page; y Andalucía, Susana Díaz.
Según han confirmado a Europa Press fuentes socialistas, finalmente el presidente de Asturias acudirá a Ferraz en la mañana del viernes y el extremeño, por la tarde. Por el momento, no se ha cerrado la hora del encuentro con Susana Díaz.
Además, este viernes también irán a la sede del partido el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, junto con los tres presidentes, los últimos 'barones en acudir a Ferraz.
Así, Sánchez pondrá fin a la ronda que comenzó el lunes, después de un fin de semana de convulsión en el PSOE como consecuencia del giro que tomó la situación política cuando el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ofreció el viernes un acuerdo de gobierno al PSOE, proponiéndose como vicepresidente. Aunque en un principio Sánchez agradeció la oferta y confió en un entendimiento, un día después el PSOE lo tildó de "chantaje".
Desde entonces, y aunque el líder de los socialistas insiste en que no emprenderá negociaciones hasta que no llegue su momento, dentro y fuera del PSOE se ha puesto el foco en las posibilidades de alcanzar una mayoría alternativa a la del Gobierno y en los potenciales compañeros de viaje. Al debate se ha sumado este jueves el expresidente Felipe González, en una entrevista en la que ha cuestionado que exista una mayoría progresista y ha cargado duramente contra Podemos.
En sus encuentros de esta semana, Sánchez ha constatado el apoyo de los dirigentes territoriales que ya en el difícil Comité Federal del pasado 28 de diciembre se alinearon a su lado. Así, los líderes del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca; Murcia, Rafael González Tovar, o Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, le han dejado claro su "absoluto respaldo" para tratar de formar una alternativa al PP.
También apoya fielmente a Sánchez la presidenta de Baleares, Francina Armengol, que este jueves ha discrepado de González y, poniendo su Gobierno autonómico como ejemplo, ha defendido que no hay que tenerle "miedos" a un gobierno con apoyo de Podemos.
Además, ha subrayado que en otras comunidades autónomas los socialistas gobiernan con el respaldo del partido morado y ha defendido que se hizo porque coincidían en propuestas políticas. Y ha defendido que así debería hacerse a nivel nacional, poniendo el programa por delante.
Mientras tanto, hay otros 'barones' que en los últimos días han insistido en la conveniencia de contar también con Ciudadanos. A juicio del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este acuerdo, que según dijo Sánchez no ve "imposible", sería lo "realmente constructivo".
También abogó ayer por esta fórmula el presidente de Aragón, Javier Lambán, defendiendo una alianza con Podemos e IU en la que "necesariamente" esté también el partido de Albert Rivera. Un día después de reunirse con Sánchez, en un encuentro que no quiso comentar a los medios que esperaban en la puerta, Lambán explicó en Zaragoza que Ciudadanos daría "coherencia y solidez" a ese acuerdo y aseguró que Susana Díaz piensa "lo mismo" que él.
Por su parte, la presidenta andaluza, que en el último mes no ha hecho muchas declaraciones públicas, ha hablado este jueves y ha afirmado que su posición y la de su federación no se ha movido "ni un milímetro". Así, ha defendido que su partido no puede permitir que Mariano Rajoy siga siendo presidente del Gobierno y que tampoco puede asumir un proceso de investidura "si los compañeros de viaje son los separatistas".
Éste fue el compromiso que alcanzaron los socialistas en el Comité Federal del pasado 28 de diciembre, en el que aprobaron una resolución en la que dejaban claro su no al PP y dejaban claro su rechazo a "la autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento" entre españoles, estableciendo como "condición indispensable" para sentarse a negociar la "renuncia a esos planteamientos".
Ahora, no está previsto que el próximo sábado el PSOE apruebe un nuevo documento, aunque algún dirigente socialista apuntaba que tratarán de dejar "más claro" aún su rechazo a los postulados independentistas. Hay quien lo ve necesario después de la cesión de senadores a ERC y DL para que formaran grupo propio en la Cámara Alta, una decisión muy criticada por algunas federaciones.
Con todo, los dirigentes territoriales no esperan la tensión que se vivió el pasado 28 de diciembre. Entonces, el objetivo era hablar de pactos, pero el conflicto llegó a cuenta de la fecha del congreso, que los críticos con la dirección de Sánchez querían convocar cuanto antes.
La paradoja es que este sábado el único punto del orden del día del Comité Federal --que al ser también extraordinario no permite incluir otros asuntos-- es el calendario de ese 39 Congreso que ahora no es objeto de debate. Y, al contrario que lo que sucedió hace un mes, las diferencias pueden llegar por los acuerdos.
Así, parece que hay consenso en que no se puede poner una fecha concreta a ese congreso que, desde un principio, Ferraz quería aplazar a primavera. El pasado lunes, el secretario de Organización, César Luena, explicó que podría tener lugar entre abril y junio y los territorios coinciden en que ese tendrá que ser el margen. Eso sí, todos coinciden en que si hay elecciones el escenario cambiará.
