El representante de Asturias Ganadera, Juan Antonio Valladares, ha instado este miércoles a la administración competente a que actúe sobre el "reservorio" de la tuberculosis en la fauna salvaje --tejos y jabalíes principalmente-- para evitar la transmisión a la ganadería bovina.
La enfermedad, ha dicho, "no es un problema de vaca a vaca", sino de transmisión entre la fauna salvaje y la doméstica. Por ello desde Asturias Ganadera entienden que "no se está controlando" al no actuar en el foco. Valladares ha hecho esta consideración momentos antes de que miembros de la plataforma ganadera acudiesen a la conferencia ofrecida por el catedrático Lucas Domínguez sobre saneamiento ganadero con pancartas en las que sugerían que los políticos se beneficiaban del negocio de la carne.
Valladares considera que Desarrollo Rural está tomando "medidas facilonas" como sacrificar vacas porque "lo complejo no le gusta". "Para abordar bien la enfermedad hay que hacer análisis serios como a las personas, no puedes matar a una res porque reaccione a la tuberculina, porque puede reaccionar por otras causas", ha señalado.
A su juicio, desde el Principado "se hacen las cosas mal porque hacerlas bien es caro". Por ello, Asturias Ganadera ha solicitado que se actúe sobre las causas de la transmisión desde la fauna salvaje a la doméstica, que se analice qué hace reaccionar a los animales que finalmente no están infectados de tuberculosis, y que se estudie la situación económica del ganadero al que se le detecta algún caso para que tenga un mayor amparo y no quiebre.
"NOS ESTAMOS COMIENDO LA INMENSA MAYORÍA DE ANIMALES SACRIFICADOS"
Valladares ha sido también crítico con la "alarma sanitaria" que se genera en torno a los casos de tuberculosis bovina, afirmando que tal alarma "no existe". De hecho, ha afirmado que "la mayoría de los animales que se están matando los estamos comiendo" puesto que "están llegando al mercado".
Así, ha incidido en que "la inmensa mayoría" de las reses sacrificadas terminan en la cadena alimenticia "sin ningún riesgo, básicamente porque no está la bacteria" en la carne.
A su juicio, en torno a estos animales que luego se comercializan, "hay un posible negocio surrealista" por el que se está pagando un precio "irrisorio" a los ganaderos al haber tenido que sacrificar a los animales.