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El 'Toma la Bolsa' reúne a cientos de personas y once expertos en Economía frente a la Bolsa de Madrid
Nadie subía y bajaba la escalera blanca que sale del edificio de la Bolsa de Madrid. El parqué madrileño cierra los sábados. Pero fuera, a tan pocos metros como el dispositivo policial ha permitido, cientos de personas se han concentrado durante más de 10 horas para escuchar y aprender sobre economía social, mercados financieros, especulaciones e impunidades corporativas con la perspectiva del grupo de Economía del 15M.
Poco después de las 12 del mediodía, antes de que tomara la palabra y se supiera que era el primer “profesor” de la mañana, Carlos Castiñeiras ya llamaba la atención por su vestimenta. “Pues sí; en el 15M nos quejamos de que nos juzgan por las pintas y, mira, a mi me miran diferente porque llevo chaqueta”, nos dice en tono de broma antes de empezar. “Yo soy agente de bolsa, represento a mis clientes”, la mayoría relacionados con el mercado del petróleo, “en el mercado de valores. Pero eso no significa que no pueda pertenecer al 15M”. Para él, la bolsa, como mercado de intercambio, es necesaria; lo que critica es que la especulación es el motor de ese mercado y no la economía real. Ha empezado explicando lo más básico del sistema bursátil.
Castiñeiras pone como ejemplo “el mercado en el que yo trabajo”, el del petróleo, para atacar a la figura que cree más dañina: los contratos de futuros, una fórmula que permite pactar la compra futura de “barriles de petróleo” al precio que el comprador estima que va alcanzar pasado un plazo. “Si te sale bien la jugada y finalmente el barril vale más dinero del que estimaste, revendes y te quedas con la diferencia. Pero ahí nadie quiere comprar barriles sino apostar a ganar ese margen”, explicaba Castiñeiras, que propone eliminar esa posibilidad, que solo ayuda a inflar los precios. “Si alguien compra un barril, que se lo lleve a casa y lo ponga en el salón, que lo compre de verdad”, ironizaba. Según sus cálculos, “en el mercado derivado de petróleo el movimiento especulativo es 30 veces mayor que la economía real”.
Esta misma situación, pero con consecuencias más graves, ocurre con los alimentos, según ha explicado María García, experta en lo que se llama “soberanía alimentaria”. García fecha en 1999, cuando el banco Goldman Sachs “convenció a Bill Clinton de que desregulara la especulación con alimentos”, el punto de partida de la crisis alimentaria que ha inflado los precios de las materias primas alimentarias y que ha estado “en el origen de las revueltas árabes”, algo que han comentado en los últimos meses multitud de expertos. Abundando en los contratos de futuros que mencionaba Castañeiras, “solo en el 0,5% de los casos se compran o venden alimentos reales; el resto es especulación”, dice García.
“Nos intentan acallar con tecnicismos, nos dicen que la Economía es imposible de entender. No lo permitamos”, decía Daniel Vila, uno de los once ponentes del día, casi todos peinando canas y la mayoría pertenecientes a la organización ATTAC, que nació hace quince años para defender un impuesto para las grandes transacciones financieras y cuyos ideólogos más destacados se han integrado con fuerte protagonismo en los grupos de trabajo económicos heredados de la Puerta del Sol.
Durante la tarde, Vila, el catedrático de Economía Aplicada Jorge Fonseca o el propio presidente de ATTAC, Ricardo García Zaldívar han desgranado, en un tono más político y encendido que en las exposiciones de la mañana, los abusos de los mercados financieros, centrando el tiro sobre los paraísos fiscales. “La evasión de impuestos a través de SICAV o paraísos fiscales es legal, pero es una auténtica canallada”, se ha dicho. Varios de los ponentes han citado el mismo dato: el 80% de las empresas que cotizan en el Ibex35 operan en paraísos fiscales y alguno ha propuesto que “aquellas empresas que se escuden en el secreto bancario no puedan contratar con el Estado”.
García Zaldívar ha criticado la “financialización” de la vida, es decir, “que hayan introducido la deuda en todos los aspectos de la vida: educación, vivienda, consumo…”. “Cuando yo estudiaba había becas, ahora a los estudiantes les dan créditos”, ha dicho
Luego ha llegado el turno de hablar de las multinacionales, concretamente de las “españolas”, aunque “Endesa es 100% de capital italiano” y “el 30% de las acciones de Repsol las tienen fondos de inversión de Estados Unidos”, ha explicado otro de los ponentes, Pedro Ramiro, investigador del Observatorio de Multinacionales en América Latina. “Las llamo españolas porque los beneficios vuelven luego a España y porque el principal agente de lanzamiento de esas empresas es el Gobierno de España”, se ha quejado. “Hay centenares de empresas españolas con capital extranjero o que operan en otros países, pero en América Latina, cuatro quintas partes de la inversión española pertenece a 8 empresas” como Repsol, Gas Natural, Endesa o Telefónica. “La mayoría de ellas son empresas de servicios que sustituyen servicios públicos privatizados”.
Ramiro habla además de la ‘lex mercatoria’, un sistema no explícito donde la ley de las empresas, su “seguridad jurídica”, está siempre “por encima de los derechos humanos”. “Es fundamental poner nombres y apellidos a los mercados”, dice Ramiro. “Y eso hacemos aquí”.