La arrestada quitó las alhajas a la víctima con la excusa de guardarlas para evitar que se extraviasen
Agentes de la Policía Nacional han detenido a una mujer de 50 años de edad, por apoderarse de las joyas de una vecina de Gijón valoradas en 2.000 euros, aprovechando que ambas estaban en el servicio de urgencias de un hospital de esa ciudad. También fue arrestado un hombre que ocultaba las joyas para no ser detectadas por la Policía. Ambos arrestados tenían un amplio historial delictivo y contaban con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio.
Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, la víctima, de 85 años de edad, en el momento del ingreso portaba en su cuello un cordón de oro y una alianza, también de oro, pero horas más tarde sus familiares detectaron la ausencia de las mismas.
La mujer explicó que cuando estaba acostada en una de las camas a la espera de ser atendida se aproximó a ella una señora, paciente del mismo box, que le dio conversación y se ofreció a taparla con una manta para que no se quedara fría. De este modo, con la excusa de taparla, le quitó sus joyas bajo pretexto de que se las iba a guardar entre sus efectos personales para evitar que se las robasen o extraviasen.
Tras poner los hechos en conocimiento del hospital, se dio aviso a la Policía Nacional. Los agentes que acudieron al lugar identificaron a la supuesta autora, que negó los hechos, y manifestó que la víctima se hallaba en un estado de confusión. Esta se ofreció a mostrar sus pertenencias para que comprobaran que no era la autora del hurto.
No obstante, fruto de la investigación, se pudo constatar que sí había sustraído las joyas y que las que había ocultado entregándoselas a un hombre que la aguardaba en la sala de espera. Una vez corroborados estos extremos, ambos autores fueron detenidos, se recuperaron las joyas y fueron entregadas a su legítima propietaria.