La situación en Haití sigue siendo frágil y “ciertos reveses” podrían generar una nueva crisis, advirtió este viernes el representante especial del Secretario General de la ONU para ese país. Al informar al Consejo de Seguridad, Mariano Fernández propuso una reducción gradual de 2.750 militares y civiles de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas, MINUSTAH, cuyo número había sido incrementado después del terremoto.
“Ella tendrá que ser acompañada de una re-configuración de la MINUSTAH para asegurar una respuesta adecuada a las necesidades actuales, incluyendo el apoyo al proceso político, la consolidación de la autoridad pública, el refuerzo de la capacidad del Estado y el fortalecimiento, e incluso la creación de las instituciones sostenedoras del Estado de derecho”.
Fernández mencionó las dificultades políticas del país, donde el presidente Michel Martelly no ha conseguido llegar a un acuerdo con el Parlamento para nombrar un primer ministro.
La parálisis política sólo ha perjudicado la situación humanitaria y ha creado tensiones en materia de seguridad.
Fernández hizo un llamamiento a la comunidad internacional para aumentar la inversión y las actividades de desarrollo en Haití, sobre todo ante la reducción gradual de la Misión.
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