Madrid/Oviedo (E.P.).- La empresa pública Tragsa ha materializado ya la mitad de los 1.336 despidos previstos en la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se empezó a ejecutar con la entrada del nuevo año, según ha informado el Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en un comunicado.
El sindicato ha recordado que los trabajadores de la empresa Tragsatec, filial del grupo, han realizado hoy una nueva jornada de huelga en protesta por esta medida, que tendrá su continuación los próximos días 26 de enero y 3 de febrero.
El sindicato vuelve a solicitar al Gobierno en funciones una medida de gracia para frenar estos despidos, cuyo grueso son fundamentalmente trabajadores de entre 40 y 50 años, con una media de 20 años en la empresa y que se materializarán a lo largo de enero.
CSIF reclama esta medida 'de gracia' al Gobierno, teniendo en cuenta que la actual situación económica de la empresa refleja una previsión de beneficios de dos millones de euros en el ejercicio 2015 y un incremento de la producción del 63%, respecto al año pasado (660 millones de euros).
Así, recuerda que las circunstancias económicas que motivaron el ERE han cambiado de manera sustancial respecto a 2013, cuando se registraban pérdidas.
Por otra parte, el Tribunal Supremo deliberará próximamente sobre la procedencia de la ultraactividad del convenio colectivo de Tragsa, después de que la Audiencia Nacional diera la razón a los trabajadores, frente a las pretensiones de la empresa de revisarlo a la baja.
CSIF ha señalado que Tragsa utilizó la revisión del convenio como medida de presión para que los trabajadores aceptaran uno nuevo a cambio de reducir el número de despidos.