Gijón (E.P.).-El gerente del Grupo Gavia, Fernando Castaño, ha señalado este miércoles que la decisión de prohibir la fiesta de Nochevieja en Poniente, adoptada por el Ayuntamiento de Gijón un día antes de su celebración y con la carpa ya instalada, responde a una decisión "política" y no técnica.
En rueda de prensa, el empresario ha vinculado la decisión a un acuerdo adoptado por la propia alcaldesa con los vecinos de la zona, que asegura no fue notificado ni a la organización de la fiesta ni a la Autoridad Portuaria, propietaria de los terrenos y que sí había autorizado la celebración del evento.
Castaño ha mostrado en la rueda de prensa la documentación que acredita que el proceso administrativo para la instalación de la carpa comenzó el 18 de noviembre y ha explicado que ya entonces se presentaron los perceptivos planes de autoprotección, la poliza de seguros y el proyecto técnico.
Asimismo, ha señalado que el evento contaba con un informe favorable de actividades clasificadas, otro de bomberos y de arquitectura.
CASI MIL ENTRADAS VENDIDAS
El gerente del Grupo Gavia ha lamentado tanto la negativa municipal a celebrar el evento, en el que iban a trabajar 52 personas y para el cual se habían vendido 970 entradas, como el plazo en el que se ha notificado puesto que no ha dejado margen para buscar un emplazamiento alternativo con el consiguiente perjuicio para casi un millar de jóvenes.