El Consejo de Ministros ha aprobado la cuantía del Salario Mínimo Interprofesional para el año 2016, que se ha fijado en 21,84 euros diarios o 655,20 euros mensuales.
El Gobierno considera que el citado incremento responde a la mejora de las condiciones generales de la economía, a la vez que continúa favoreciendo, de forma equilibrada, su competitividad, acompasando la evolución de los salarios con el proceso de recuperación del empleo en un contexto de contención de los precios.
UGT y CCOO rechazan la decisión unilateral del Gobierno en funciones sobre el SMI
Ambos sindicatos manifiestan su más absoluto rechazo a la decisión de carácter unilateral que el Gobierno en funciones ha tomado sobre el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2016. Esta oposición se basa tanto en la forma como en el fondo, ya que en ambos casos vulnera lo establecido en la normativa legal para la fijación del SMI y porque supone una nueva agresión a las personas asalariadas con menores ingresos.
El Gobierno se burla ––un año más y ya van cinco con este–– de sus obligaciones legales, pues sustituye un proceso de consulta previa con las organizaciones sindicales más representativas ––artículo 27.1 del Estatuto de los Trabajadores–– por una carta en la que anuncia una decisión que ya tiene tomada sabiendo, además, que los sindicatos estamos en contra de la misma. El pasado 2 de noviembre CCOO y UGT le remitimos un escrito a la Ministra de Empleo y Seguridad Social en la que realizamos una propuesta detallada y argumentada de incremento del SMI para 2016 y demandábamos el inicio del periodo de consultas establecido por la Ley, insistiendo en esta demanda el 11 de diciembre con una nueva comunicación.
Por eso denunciamos ahora que la respuesta del Ministerio es una burla inaceptable: reduce la obligada consulta legal a un mero trámite de respuesta por carta antes del 28 de diciembre a una decisión que todos sabemos que ya esta tomada. No hay ningún periodo de consulta, no hay ninguna reunión entre las partes, no hay ninguna respuesta a nuestra propuesta del 2 de noviembre y, por lo tanto, el gobierno se salta el espíritu y la letra de lo establecido por la Ley 8/1980. Es una actitud inaceptable en una sociedad democrática; los sindicatos nos negamos a participar en ese juego y actuaremos en consecuencia.
UGT y CCOO rechazamos la forma y todavía más el fondo de la decisión unilateral del gobierno en funciones, porque el incremento del 1% en la cuantía del SMI es absolutamente inaceptable. En los años de la crisis la desigualdad y la pobreza laboral se han disparado en nuestro país, tal y como refleja la OCDE al situar a España a la cabeza de los países en los que más creció la desigualdad.
La devaluación del factor trabajo -y del salario en particular- es una de las razones fundamentales de este grave deterioro social y tiene en la evolución del SMI una de sus causas. Su práctica congelación en términos nominales desde que el PP llegó al gobierno ha provocado una pérdida de su poder adquisitivo empobreciendo a la parte más débil de las personas asalariadas.
El SMI se ha convertido en uno de los instrumentos principales para combatir la pobreza laboral y la desigualdad en muchos países del mundo -Alemania y EEUU, por ejemplo- porque su función es la de proteger a las personas asalariadas con empleos más precarios y por lo tanto con mayores dificultades para negociar sus condiciones de trabajo. Por eso resulta inaceptable que en el cambio del ciclo económico, con la salida de la recesión, el gobierno en funciones del PP vuelva a agredir a los más débiles, en lo que es una contradicción absoluta con su discurso de salida de la crisis.
Un incremento del 1% del SMI supone una nueva pérdida de poder adquisitivo porque se prevé que en 2016 la inflación va a estar por encima de esa cifra y, como consecuencia, se seguirá reduciendo el SMI en términos reales. Es una imposición que demuestra el carácter antisocial del PP, dado que para 2016 los sindicatos y los empresarios hemos acordado un incremento de los salarios del 1,5% y lo lógico es que el aumento sea mayor precisamente para los que menos cobran, como fórmula para combatir la pobreza laboral y la desigualdad.
Decisiones como ésta -y procedimientos que desprecian el diálogo y el acuerdo sustituyéndolo por decisiones injustas y unilaterales- son las que explican el enorme castigo electoral que ha sufrido el partido en el gobierno, que parece que sigue sin enterarse de lo que la sociedad española esta demandando.
CCOO y UGT rechazamos radicalmente el anuncio del Gobierno en funciones sobre el SMI, exigimos la apertura inmediata de un periodo de consultas, tal y como establece la Ley y proponemos que en ese periodo se acuerde que el SMI suba a 720 euros en enero de 2016 y a 800 euros en enero de 2017.
Por ultimo queremos manifestar que si el Gobierno sigue adelante con su decisión lo denunciaremos ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por vulneración de los derechos laborales