Honras fúnebres en Melipilla por el Cabo 1º Manuel Vera Abello

Honras fúnebres en Melipilla por el Cabo 1º Manuel Vera Abello

Las campanas de la Catedral de Melipilla tañeron como trasuntando la tristeza de toda la ciudad en las honras fúnebres del Cabo 1º Manuel Vera Abello, quien sufrió un mortal accidente mientras colaboraba en la búsqueda de las víctimas del accidente de Juan Fernández.

A la misa asistió en representación de la Fuerza Aérea de Chile el Comandante del Comando de Combate, General de Aviación Luis Ili Salgado; el Jefe de la División de Mantenimiento, General de Brigada Aérea (I) Eduardo Guevara Ortega y el Director del Servicio Aerofotogramétrico (SAF), Coronel de Aviación (DA) Francisco Torres, junto a delegaciones del Estado Mayor General, el Comando Logístico; la Guarnición General Aérea de Santiago y los compañeros de labores en el SAF donde Vera se desempeñaba.

Asimismo, la Gobernadora de Melipilla, Paula Garate Rojas, junto al alcalde Mario Gebauer Bringas y los diputados Cristián Letelier y Denise Pascall también se hicieron parte en este emotivo funeral.

El Obispo de la diócesis, Monseñor Enrique Troncoso, acompañado del Capellán de la IIª Brigada Aérea Comandante de Escuadrilla Pedro Quiroz oficiaron la misa de despedida de este “melipillano que entregó su vida por servir a la Patria”.

Una vez terminado el oficio religioso, el Ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick, declaró que “estoy acá para acompañar en nombre del gobierno, a la familia del Cabo Vera, este nuevo mártir que es un ejemplo de nobleza, quien además de forma silenciosa y voluntaria, colaboraba en el rescate de Juan Fernández lo que habla de la mejor forma de los hombres de armas”.

Ya en el cementerio Parque de las Flores, el Cabo Vera recibió los honores fúnebres, momento lleno de simbolismo y emotividad. Notorias muestras de dolor y pesar se vivieron cuando el General Ili le entregó a la viuda la bandera que cubría la urna y luego ella se acercó al féretro y lo besó en un gesto de despedida.

En tanto, a nombre la familia, el padre del Cabo Vera como sus dos hermanos hablaron con gran emoción de las diferentes virtudes que lo caracterizaron y del gran cariño que tenía por su Institución la cual había elegido como forma de vida para servir al país


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