Tras el partido de Anoeta, la Liga continúa con la mitad de los equipos de Primera inmersos en la lucha por la permanencia. Dentro de este contexto, el Sporting está bien colocado, pero a nadie se le escapa que los conformismos conllevan consigo un gran peligro y este podría ser el caso: el vestuario rojiblanco es el primero que lo sabe. Difícilmente se le puede achacar en este sentido falta de actitud.

Toca tomar aliento, restañar las heridas, donde las haya, y comenzar desde este miércoles a preparar el partido del domingo en El Molinón ante el Espanyol, un buen equipo, como lo demuestra que es de los que, al otro lado de la tabla clasificatoria, miran hacia arriba, hacia competiciones europeas.
Preciado pierde a Rivera por tarjetas (aguantó con cuatro toda la segunda vuelta) y se confía en que pueda recuperar a Nacho Cases. El centrocampista gijonés se ha convertido en algo más que un amuleto para el equipo.

Evoluciona bien de su recidivante contusión de tobillo y lo previsible es que se reincorpore al grupo para el entrenamiento del miércoles, cuando se probará.
Es el único de los cuatro jugadores que fueron baja para San Sebastián que parece recuperable. Los otros tres, Cuéllar, Sastre y Canella, necesitarán de más tiempo para el alta.

En cuanto a De las Cuevas, que regresó con una fuerte contusión en la zona escapular derecha, en el omóplato, siente fuertes molestias en la zona, pero parece recuperable con los días que quedan por delante.
Al regreso este lunes a Mareo, los titulares en Atocha hicieron trabajo regenerativo, mientras que los que salieron en la segunda parte o no jugaron disputaron un partido preparatorio ante los juveniles.
Precisamente los dos sub 19 rojiblancos Juan Muñiz y Sergio Alvarez partieron para Portugal con la Selección Española de la categoría, donde jugarán un torneo.