La Asociación Profesional de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (A.VI.S.P.A.) en la mañana de hoy, 18 de diciembre de 2015, ha procedido, a través de sus representantes legales y de la Asesoría Jurídico Laboral “TELUM”, a la interposición de 25 Denuncias ante las autoridades de la Administración con competencias para el cumplimiento de la normativa reguladora en vigor en cuanto a la seguridad aeroportuaria y resto de legislación aplicable, por infracciones e irregularidades detectadas en cuanto a la prestación del servicio de seguridad y vigilancia en las instalaciones del Aeropuerto de Asturias; de la misma manera, se interponen las correspondientes Demandas ante la Autoridad Laboral por reclamación de cantidades adeudadas al personal Operativo, ascendiendo a más de 22.000 euros (Vigilantes de Seguridad), lo que supone que sea acción legal más importante emprendida por nuestros Servicios Jurídicos en Asturias, tanto por el volumen de las denuncias como por el número de personas implicadas en las mismas.
Las indicadas Denuncias, han sido presentadas ante:
1.- JEFATURA SUPERIOR DE POLICIA NACIONAL EN ASTURIAS.
2.- UNIDAD TERRITORIAL DE SEGURIDAD PRIVADA DE LA POLICÍA NACIONAL.
3.- COMANDANCIA DE LA GUARDÍA CIVIL DE GIJÓN (SEGURIDAD PRIVADA).
4.- DELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN ASTURIAS.
5.- INSPECCIÓN DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL. (OVIEDO)
6.- UNIDAD DE MEDIACIÓN, ARBITRAJE Y CONCILIACIÓN DE AVILÉS (UMAC).
Las Empresas, Entidades y Responsables denunciados han sido los siguientes:
1.- DIRECCIÓN DEL AEROPUERTO DE ASTURIAS (AENA).
2.- JEFE DE SEGURIDAD Y ASUNTOS GENERALES DEL AUROPUERTO DE ASTURIAS (OFICINA DE SEGURIDAD).
3.- EMPRESA DE SEGURIDAD “ILUNION” (GRUPO ALENTIS / ONCE).
Y todo ello, por los hechos que a continuación describimos de forma resumida:
PRIMERO.- El Aeropuerto de Asturias es una instalación estratégica catalogada como “infraestructura critica” y centro neurálgico de comunicaciones en el Principado de Asturias, por lo tanto, deben extremarse las medidas de seguridad pasivas y activas, evitando situaciones de riesgo y peligro, tanto a los trabajadores, usuarios o pasajeros.
SEGUNDO.- En el Filtro de Pasajeros, sólo dos Vigilantes de Seguridad se encargan diariamente de las funciones propias, teniendo que estar al cargo de las tarjetas de embarque, escáner de radioscopia, detector de explosivos, arcos de metales, aparato de reconocimiento de calzado y de líquidos, etc., lo que provoca largas e interminables filas y retenciones de pasajeros, traduciéndose en una pésima y peligrosa calidad de atención en cuanto a los controles obligatorios de todos los pasajeros que embarcan en los vuelos diarios.
TERCERO.- En el Filtro de Personal y Tripulación, un único Vigilante de Seguridad para controlar el acceso de personal, estando al cargo este profesional de 3 escáneres, arco detector de metales, detector de calzado, aparato detector de explosivos y registro corporal. En la gran mayoría de ocasiones, Personal del Aeropuerto y Tripulación, deben acceder al interior (pista) a través del Filtro de Pasajeros al estar cerrado el correspondiente acceso de Tripulación por falta de personal Operativo (Vigilantes de Seguridad).
CUARTO.- El Control de Accesos para vehículos no dispone de “escáner”, lo que supone que no pueda ser comprobada la carga que porta en su interior, sólo a través de inspección ocular, lo que puede suponer que se introduzcan objetos metálicos u otros, sin ser detectados al carecer de los medios oportunos.
QUINTO.- Los vehículos patrulla de los Vigilantes de Seguridad que utilizan para efectuar las rondas perimetrales, tienen que repostar el combustible a 5 kilómetros de ida y vuelta de distancia del aeropuerto, (que es donde se encuentra el primero de los surtidores disponibles), lo que supone tener que abandonar las instalaciones aeroportuarios durante el tiempo indicado, lo que supone un riesgo de seguridad para las instalaciones.
SEXTO.- Durante los fines de semana y en horario nocturno, no existe control de accesos a la zona restringida de vehículos al lado de la pista; únicamente un portón sin conexión a central receptora de alarmas y que cualquiera puede traspasar fácilmente; de la misma manera, en dicho turno de noche, no se efectúa vigilancia a través de las cámaras del servicio de video vigilancia, ordenándose al Vigilante que realice otras tareas que en nada tienen relación con la seguridad y vigilancia, tales como: apertura de la barrera del parking, encendido de luces, cierre y apertura de acceso, comprobar si hay “hielo” en la pista, etc.
SEPTIMO.- El Aeropuerto sólo dispone de servicio de ambulancia hasta las 24:00 horas, sin personal médico (únicamente personal sanitario de primera atención), para atender cualquier eventualidad sufrida por trabajadores, usuario o pasajeros, procediendo a su traslado hasta al Hospital de San Agustín, centro hospitalario de referencia, pero no cuenta con medico entre su plantilla sanitaria, con lo cual, dicho personal sanitario no puede ofrece un servicio integral y completo en caso de urgencia, ni suministrar lo medicamentos que fuesen necesarios según la necesidad, enfermedad o patología. Esto puede suponer un grave riesgo para la integridad física de los trabajadores, usuarios y pasajeros, teniendo que recurrir a solicitar una ambulancia desde el Hospital San Agustín (el centro más cercano) hasta el aeropuerto, invirtiendo un tiempo de unos 20 minutos en acudir y otros 20 minutos en regresar con el trabajador, si este no quedase finalmente ingresado. De la misma manera, en caso de traslado al centro hospitalario, su puesto quedaría sin cubrir, lo que supondría un riesgo para la seguridad activa y la imposibilidad de ofrecer el servicio hasta la llegada de otro vigilante para su sustitución en las instalaciones del aeropuerto.
OCTAVO.- A los trabajadores del Servicio de Seguridad, por parte de la Empresa ILUNION (Grupo Alentis / ONCE) se les adeudan, en conceptos de pluses por actividad laboral, cantidades que ascienden a más de 22.000 euros a la totalidad de la plantilla (31 trabajadores / Vigilantes de Seguridad). Entre algunas de la “curiosidades” desde el punto de vista laboral más llamativas, destacar que son los únicos trabajadores del Aeropuerto que no cuentan “con comedor propio” (tienen que tomar alimentos y bebida cara al público y pasajeros durante su turno de trabajo); se les obliga a “pagar” el parking (a diferencia del resto de empleados de la instalación: camareros, operarios, policía, guardia civil, limpiadoras, etc.); ropa de trabajo con una antigüedad de más de “cuatro años”; y por último, aunque no menos importante, todos sus “botiquines” de urgencias vacios o con todos sus medicamentos “caducados”.
La descoordinación entre la Dirección del Aeropuerto, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Empresa de seguridad es "total y absoluta", lo que supone una nefasta, negligente y temeraria gestión de los recursos y sistemas de seguridad.