La disminución y/o envejecimiento de un tipo de linfocitos pueden acarrear complicaciones cardiovasculares en pacientes con enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso y la artritis reumatoide. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oviedo, que abre la puerta al desarrollo de terapias individualizadas dirigidas a pacientes de riesgo.
El trabajo desarrollado por un grupo del área de Inmunología de la Universidad analizó la población de linfocitos T angiogénicos, un tipo de células linfoides, en pacientes afectados bien por lupus eritematoso o bien por artritis reumatoide. Estos linfocitos T tienen como función principal colaborar con las células progenitoras del endotelio en la reparación de las paredes vasculares dañadas, según han señalado en una nota de prensa.
Los resultados revelaron una importante disminución de linfocitos en pacientes con artritis reumatoide. Esta reducción era además más acusada en los enfermos que habían sufrido un evento cardiovascular no asociado con factores clásicos de riesgo como hipertensión, tabaquismo u obesidad.
La investigación sacó también a la luz que el envejecimiento prematuro de estos linfocitos puede transformar su función protectora en destructora mediante mecanismos de toxicidad celular e inflamación, que alteran la salud cardiovascular de los enfermos. La evaluación clínica de los pacientes sometidos a este estudio mostró además una relación entre estos linfocitos T y el grado de actividad de su enfermedad.
Este trabajo de investigación se enmarca dentro de un proyecto financiado por el Instituto de Salud Carlos III en el que participan, además de especialistas del Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo, clínicos de los servicios de Medicina Interna y Reumatología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y del Centro de Salud de Pola de Siero.
La finalidad principal de este estudio es la determinación de nuevos biomarcadores que permitan prever el riesgo de daño cardiovascular en personas afectadas por enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico y/o la artritis reumatoide.