El candidato a la Presidencia del Gobierno por Unidad Popular-IU, Alberto Garzón, ha defendido este lunes en Gijón que representan la izquierda "incómoda, irreverente y que dice la verdad", y por eso ha sido excluida de los debates y se la intenta silenciar sin que lo vayan a lograr, según él. "Vamos a por todas", ha sostenido, para añadir después que van a ganar los debates incluso de los que no han sido invitados.
Así lo ha señalado en un mitin en el pabellón Pumarín - Gijón Sur, al que han asistido más de 1.200 personas y en el que han participado el candidato de Unidad Popular - Izquierda Unida al Congreso por Asturias, Manuel Glez. Orviz, los candidatos también al Congreso, Faustino Sabio y Leticia Gil, la candidata al Senado, Gema Álvarez, el portavoz de IU en la Junta del Principado, Gaspar Llamazares, y Faustino Zapico, de Izquierda Asturiana.
Un mitin seguido por más de 1.200 personas y que tenido un inciso para que representantes de trabajadores mineros le hicieran entrega de una camiseta a Garzón. Uno de ellos, incluso, ha aludido a los cuatro mineros encerrados en Navasco y a la situación de la explotación minera. "Que viva la lucha de la clase obrera y minera", ha gritado entre vítores y aplausos del resto de público.
Garzón ha destacado como demostración de fuerza que han ido desbordando las expectativas del partido y del sistema en todos los actos ciudadanos a los que han ido. Es por ello, que ha advertido también sobre los que laman al voto útil que solo conduce al bipartidismo, la Monarquía y el sistema que nos ha llevado hasta aquí, a su juicio.
Sobre los indecisos, les ha animado a dar un voto que permita construir un país de Justicia social, y por eso ha pedido un esfuerzo más para convencerles. Ha insistido, asimismo, en que son una izquierda que no miente a su pueblo, que lo mismo hablan en el bar que en las tertulias de televisión, y al que es corrupto le llaman corrupto.
Ha avisado, también, de que se va al Parlamento "más fragmentado" pero ha dejado claro que acuden a las elecciones "con las mejores gentes", porque son la única candidatura que ha elegido a todos candidatos por primeras abiertas y no a través de "fichajes". Garzón ha señalado que son una izquierda consecuente porque no se juegan solo el número de diputados sino las conquistas y derechos sociales.
LUCHA DE DERECHOS
Unido a ello, ha dejado claro que la Democracia no la trajeron los llamados Padres de la Constitución, sino la gente que se enfrentó en la calle contra la Dictadura y construyeron los derechos sociales. "Y todo eso es lo que nos jugamos", ha advertido. Ha pedido, entonces, ese esfuerzo más porque colectivamente se podrá construir un país "de dignidad" y del que estar orgullosos, "y que será profundamente republicano", ha apostillado.
"Los derechos no caen del suelo, se arrancan conquistándolos en las calles", ha remarcado. "Los derechos de hoy, son las luchas de ayer", ha añadido, para animar a luchar en las movilizaciones pero también en las instituciones, desde las que derogar leyes como la Reforma Laboral o la Lomce.
Ha arremetido, Garzón, contra la derecha que quiere seguir "privatizando y saqueando" las conquistas y el dinero de los ciudadanos, y también contra la corrupción, no solo la del ex tesorero del PP, Luis Barcenas, sino la "legal", la que privatizó más de 100 empresas públicas, que eran rentables. "Que la gente del PP puede ser de derechas, pero no es tonta", ha ironizado, para indicar después que han socializado las pérdidas y privatizado las ganancias.
Contra todo ello, ha señalado que Unidad Popular-Izquierda Unidad representa el voto fértil que ofrece ruptura con lo actual y con una corrupción estructural, porque, a su juicio, no se trata solo de genet que coge un sobre, sino quien da un sobre. "Siempre hay un corrupto y un corruptor", ha recalcado sobre grandes empresas con poder para chantajear a los gobiernos públicos.
Y ante la lucha de los trabajadores, Garzón ha señalado que la derecha ha respondido con la Ley Mordaza, "síntoma de su debilidad y de que ya no pueden convencer", ha asegurado. No es casualidad, a su juicio, que más 300 sindicalistas estén en los juzgados por defender derechos debido a la Ley, porque son el enemigo a batir del PP, a su parecer.
Garzón ha insistido en rebelarse para lograr un nuevo país donde no se pueda privatizar lo que es de todos y donde no se pueda permitir que las grandes empresas "estafen". Ha revindicado también una política que les permita transformar la sociedad y combatir la corrupción.
Para él, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no deja de ser un empleado de grandes empresas y grandes fortunas, mientras que la Ley de Reforma Laboral del PP es continuación de la del PSOE y las dos serán derogadas, según él, porque son "obstáculo" para la recuperación de derechos laborales. Una realidad que ha visto necesaria que se sepa para que los ciudadanos no voten "a sus verdugos", a quienes les conducen a un mundo de "precarización permanente".
Orviz, por su lado, ha planteado la necesidad de un plan de emergencia social para un nuevo país en el que "caben los ciudadanos del mundo". Un plan para poner a disposición de unos 16 millones de ciudadanos condiciones de vida "digna", para luego defender el llenar la nevera de muchas personas que no tienen para comer.
Las políticas de austeridad, según él, se combaten desde la izquierda. También ha contrapuesto irónicamemente la amnistía fiscal del PP con la necesidad de una amnistía para muchos que están siendo sancionados y encarcelados por movilizaciones sociales debido a la 'Ley Mordaza'. Ha dicho, además, ser partidarios de un Estado "federal, republicano y solidario".
En clave local, ha puesto de ejemplo de las políticas de izquierdas la profunda transformación social que ha hecho de Gijón una ciudad diferente, gracias a los gobiernos de coalición. Es por ello, que ha visto preciso favorecer políticas de izquierda en el país. Ha pedido para Asturias, además, un precio de energía que haga de la industria de la región no siga sometida "a la pobreza energética".
Ha lanzado, Orviz, un compromiso con la minería, frente a un PSOE que le puso fin hace 10 años y un PP que incluso robo 340 millones de euros a Asturias de los fondos mineros, mientras que ha advertido de la intención de cierre por Ciudadanos y la indefinición de Podemos. Ha alertado, en este sentido, sobre otros partidos que "no son de fiar".
Sabio, por su parte, ha defendido que son de izquierdas "los 365 días del año". Asimismo, ha dejado claro que pese a que se diga en campaña de todos los partidos, no son todos iguales. Ha vinculado a IU con la defensa de los trabajadores y ha reclamado "la rebeldía y el coraje" de los asturianos para llevar a cabo un cambio en el país.