Los departamentos de Cultura y Turismo trabajan conjuntamente para promocionar el Camino de Santiago a su paso por Euskadi entre los internos de las tres cárceles vascas

La escritora Toti Martínez de Lezea, Peio Ruiz Cabestany, deportista y peregrino y Rosa Arruti, hospitalera de Orio, han acercado a los internos de Nanclares de la Oca, la experiencia de convertirse en peregrino del Camino de Santiago.

Intercambio cultural, riqueza paisajística, amistad, solidaridad y esfuerzo personal, son algunas de las cosas que nos ofrece el Camino de Santiago, sobre todo, si elegimos la ruta de la costa para hacerlo. Y este es uno de los mensajes que esta mañana han recibido los internos del centro penitenciario de Nanclares de la Oca (Araba). Han tenido la oportunidad de acercarse a la realidad de una ruta que esconde y depara grandes sorpresas a quien decide encaminarse en ella.

Los internos de esta cárcel han recibido la visita de Toti Martínez de Lezea, conocida escritora vasca, el deportista Peio Ruiz Cabestany y la de Rosa Arruti, hospitalera de Orio (Gipuzkoa), dedicada, desde hace muchos años, al cuidado de los peregrinos que deciden llegar a Santiago por la ruta de la costa.

Rosa, Peio y Toti han intentado despertar la curiosidad de su público con anécdotas e historias, pero, además, le han dado detalles de las diversas maneras de recorrer los kilómetros que separan Roncesvalles de la misma plaza del Obradoiro; en bicicleta, andando, por la costa o por el interior, cualquier manera es buena, solo hay que elegir la que más guste.