La Consejería trasladará a la ciudad una estación móvil y un medidor portátil para acotar el área afectada por la concentración de partículas y analizará los datos históricos de la estación y su variabilidad en función de la meteorología y el tráfico

Oviedo.-La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Oviedo han acordado hoy poner en marcha de forma inmediata estudios que contribuyan a determinar las causas del episodio persistente y prolongado de concentración de partículas registrado hasta ayer martes en el entorno del palacio de deportes de Oviedo, que se saldó con seis días consecutivos de superaciones en el valor límite de 50 microgramos por metro cúbico que fija la legislación para dicho contaminante.

En declaraciones a los periodistas, la consejera, Belén Fernández, ha dicho que la reunión entre los responsables de ambas administraciones se ha desarrollado en un clima de cooperación y mano tendida, lo que facilitará diseñar y adoptar las medidas más eficaces y con las menores interferencias en la actividad urbana.

La responsable de Medio Ambiente ha dicho que el Principado recomendó al Ayuntamiento, como administración competente, adoptar medidas de reordenación del tráfico y de riego viario en la zona del palacio de deportes de Oviedo desde el lunes, día 30. Al respecto, ha reconocido que cortar el tráfico a la entrada de la autopista Y no es la solución al problema del aire, sino una medida coyuntural y transitoria, que demostró ser efectiva, puesto que se tradujo en un importante descenso de los valores antes de las precipitaciones registradas en la jornada de ayer.

En este sentido, ha agradecido la receptividad del Ayuntamiento de la capital, así como la respuesta de los ciudadanos, que han demostrado comprensión y sensibilidad respecto a la calidad del aire y su repercusión sobre la salud.

Belén Fernández ha defendido la necesidad de actuar con medidas estructurales, por lo que ambas administraciones han acordado elaborar un protocolo de prevención, para lo que en primer término se identificarán las causas y los vectores que originan la contaminación que se registra en un ámbito en el que la influencia del tráfico es, a priori,  principal. ”Más allá de ello hay que identificar también cuál es el papel y la importancia que pueden tener las calefacciones urbanas u otros factores que pueden contribuir a los valores registrados en esa estación”, ha precisado.

Como muestra de este compromiso, el Ayuntamiento realizará un inventario de los distintos focos de contaminación de competencia municipal, mientras que el Principado, por su parte, realizará un análisis histórico de los datos de esa estación y su variabilidad en función de fenómenos como la meteorología, el tráfico o la actividad industrial. Además, la Consejería trasladará a Oviedo de forma inmediata la estación móvil de calidad  del aire, lo que permitirá acotar con mayor certidumbre el perímetro en el que se extiende la contaminación, e instalará un medidor portátil, sensible a contaminantes como el carbono inorgánico (black carbon), característico de focos como el tráfico o las calefacciones urbanas.

A preguntas de los periodistas, la consejera ha precisado que las cuatro estaciones de inmisión y los dos focos que miden en continuo los valores de la térmica de Soto de Ribera ponen de manifiesto que sus emisiones estuvieron en todo momento dentro de la normalidad, por lo que no puede hablarse de una relación causa-efecto entre la actividad de la central y la concentración de contaminación en una de las cinco estaciones que miden la calidad del aire en la capital.

 “A expensas de lo que arrojen los estudios concretos entendemos que las causas están asociadas al tráfico, las calefacciones en una medida por determinar y un fenómeno de inversión térmica que dificultó la dispersión de las partículas. Todo ello unido a las condiciones orográficas del lugar en el que se ubica la estación”, ha señalado.

La consejera ha apostillado que ante semejante persistencia de altos niveles de contaminación ninguna administración responsable puede encogerse de hombros ni mirar para otro lado.