Sanidad presenta su Estrategia de Seguridad del Paciente para mejorar la práctica clínica

Sanidad presenta su Estrategia de Seguridad del Paciente para mejorar la práctica clínica

El documento recoge siete líneas de trabajo, 36 objetivos y 152 acciones para desarrollar una atención sanitaria de mayor calidad

 

La Consejería de Sanidad ha presentado hoy la Estrategia de Seguridad del Paciente 2015-2020, un documento que servirá como guía de referencia para la práctica clínica y que recoge siete líneas de trabajo, 36 objetivos y 152 acciones para desarrollar una atención sanitaria de mayor calidad en Asturias.

La seguridad del paciente es un factor clave de la calidad asistencial. De hecho, los efectos secundarios no deseados de la atención sanitaria provocan una elevada morbilidad y mortalidad en todos los sistemas desarrollados. Por esta razón, la Consejería de Sanidad realiza una apuesta decidida por las políticas que implican mejoras en este ámbito.

La directora general de Planificación Sanitaria, Concepción Saavedra, ha señalado que la estrategia de seguridad del paciente pretende dar continuidad a las líneas de trabajo que ya están implantadas en el sistema sanitario asturiano y poner en marcha otras nuevas que sirvan de referencia para directivos, profesionales y pacientes.

A su juicio, el proyecto es fundamental para mantener la confianza de los ciudadanos en el sistema público de salud y aumentar la eficiencia, dado que los efectos adversos de la asistencia suponen un coste extra y, por tanto, aumentan el gasto sanitario.

Saavedra también ha explicado que la mayoría de estos efectos adversos están relacionados con los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, las infecciones nosocomiales (aquellas que contraen los pacientes ingresados en un recinto sanitario) y la medicación.

“La frecuencia de los efectos adversos en Asturias es similar a la media nacional y a las cifras de los países de nuestro entorno, pero nuestros hospitales atienden a personas de más edad y con enfermedades crónicas, por lo que son sometidas a más técnicas y procedimientos y debemos garantizar que esa asistencia sea segura”, ha explicado la directora general.

Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejan que uno de cada diez pacientes sufrirá algún daño durante la hospitalización y uno de cada 300 por la atención médica en general. Además, las infecciones hospitalarias afectan a siete de cada cien pacientes ingresados. Sin embargo, la mitad de estos efectos adversos se puede evitar con medidas sencillas.

La Consejería de Sanidad, consciente de la importancia de la seguridad del paciente, impulsa una estrategia de seguridad que profundiza en las líneas de trabajo recogidas en los planes de calidad sanitaria e incorpora la experiencia adquirida en esta materia, además de las últimas recomendaciones nacionales e internacionales.

El principal objetivo de la estrategia consiste en articular una atención segura en todos los niveles asistenciales en torno a las siguientes líneas de trabajo:

1.      Organización y liderazgo.

2.      Cultura de la seguridad.

3.      Participación de pacientes.

4.      Gestión de la información clínica.

5.      Entorno seguro.

6.      Prácticas clínicas seguras.

7.      Gestión de riesgos.

 

Durante el proceso se evaluarán los progresos y se establecerán nuevas metas relacionadas con la calidad de la atención.

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