El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, Carlos López Otín, ha destacado que "el talento es el bien mejor repartido en todo el planeta y eso nos da una fuerza infinita". El científico aragonés, que ha dedicado sus investigaciones a la lucha contra el cáncer, ha sido investido este jueves doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza (UZ).
En declaraciones a los medios de comunicación ha dicho que "hoy es un día de celebración para la ciencia en general y para estar orgullosos" porque desde España, los investigadores "podemos contribuir a lo que parece que son siempre tareas de otros, que se hacen en países mejor preparados, teóricamente, y con más recursos".
Carlos López Otín nació en Sabiñánigo (Huesca) e inició su carrera universitaria como alumno de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. En la actualidad es Catedrático en la Universidad de Oviedo y se ha convertido en un científico de máxima relevancia en el campo de los genomas del cáncer que están contribuyendo de manera decisiva al desarrollo de la investigación oncológica.
También ha participado en el desarrollo de importantes investigaciones a nivel internacional, destacando su reciente contribución al Proyecto Genoma, o la codirección con el también aragonés Elías Campo, del Hospital Clínic de Barcelona, de la contribución española al gran proyecto internacional de los Genomas del Cáncer (ICGC-CLL).
Asimismo, López Otín es académico de número de la Real Academia de Ciencias de España y de la Academia Europea, y ha recibido numerosos galardones nacionales e internacionales, como el Premio Jaime I de Investigación o el Premio Nacional de Investigación 'Santiago Ramón y Cajal'.
Antes de comenzar la ceremonia de investidura, que se ha desarrollado en el Paraninfo, López Otín ha agradecido a todos los que con sus "ideas, conocimientos, experimentos, apoyo institucional y económico" le han acompañado en su "gran aventura de conocimiento", que le ha traído de nuevo a Zaragoza y con la que "hemos logrado arrancar alguno de los secretos de la vida y de las enfermedades".
LA CIENCIA MIRA AL FUTURO
"La ciencia mira hacia el futuro y lo mejor siempre está por venir", ha declarado. Ha afirmado que está "muy orgulloso" de haber descifrado centenares de genomas de tumores, cuando hace unos años "no se había podido secuenciar el genoma de ningún español, hoy ya se ha hecho en centenares de personas con cáncer y otras enfermedades".
Entre los logros conseguidos ha mencionado el descubrimiento de las causas de algunas enfermedades hereditarias, para las que también se han diseñado tratamientos, así como el hallazgo de más de 60 nuevos genes humanos. También su participación "en el desciframiento de genomas de gran interés para la medicina y la evolución humana" como los del chimpancé o el orangután, hasta los ratones de laboratorio, pasando por las ballenas boreales, que "tienen grandes claves de longevidad y la resistencia a enfermedades". Estos animales "viven más de 200 años, no tienen tumores ni enfermedades degenerativas", ha explicado.
El profesor Carlos López Otín ha recomendado que "la mejor tarea" como científico investigador es "madrugar y acudir a la literatura científica que se ha generado esa misma noche, para ver todo lo que no has sido capaz de hacer tú". Además, este ejercicio "es el mejor antídoto contra la vanidad personal y para ver todo lo que queda por resolver", ha afirmado.
En alusión a los retos pendientes ha apuntado que "hay muchas enfermedades que a todos nos rodean y sin embargo no sabemos cómo afrontarlas". Al respecto ha indicado que "estamos progresando muy rápidamente en el conocimiento y más lentamente en la aplicación del mismo, por eso el objetivo es "recortar esa separación", que actualmente es "amplia y profunda".
AÑOS MUY DIFÍCILES
En cuanto a los recortes en ciencia e investigación de los últimos años, provocados por la crisis económica, López Otín ha bromeado citando a su "poeta favorito", César Vallejo, y ha comentado que "hoy vengo hablar de la esperanza". Sin embargo, sí que ha manifestado que "han sido años muy difíciles, para todos, y especialmente, para los jóvenes".
Ha aseverado que los laboratorios consolidados "tenemos más flexibilidad" para explorar otros territorios, pero "lo que me preocupa es que las nuevas generaciones de estudiantes, que son los que nos sucederán en poco tiempo, no tengan su oportunidad de desarrollar sus ideas".
Ha recordado que él, a los 28 años, ya tenía su propio laboratorio, lo que le ofreció "un recorrido para equivocarme muchas veces". Por este motivo, ha confiado en que "haya esta oportunidad para muchos", porque es la "única manera" de avanzar: "apostar por el conocimiento y por la cultura en general, no distingo entre ciencia y letras".
A pesar de las dificultades, ha dicho que nunca le ha atraído la idea de abandonar la Universidad de Oviedo para irse al extranjero a continuar su labor de investigación.
"Cuando ves que las cosas se ponen muy difíciles, que la propia universidad tiene grandísimos problemas para subsistir, y que la ciencia progresa a una velocidad vertiginosa en todos los lugares con los que tratamos de igualarnos, hay fuertes tentaciones", pero "yo carezco de algunas ambiciones", por ejemplo la económica, y eso hace que sea casi imposible que "me mueva", ha garantizado.
Igualmente, ha ratificado que le gusta la vida tranquila y no desearía tener que "parecer inteligente todos los días, ni el número uno; me gusta el contacto con los alumnos cada día en laboratorio y en las aulas".
LA VIDA EN LA ERA GENÓMICA
'Un viaje al centro de la vida en la era genómica' es el título de la conferencia que ha ofrecido el profesor e investigador Carlos López Otín, tras el acto de su investidura como doctor honoris causa de la UZ.
En ella, López Otín ha expuesto cómo desde "unas ideas sencillas cuando la tecnología era insuficiente" es posible llegar a descifrar "las 3.000 millones de piezas que configuran el genoma de cada una de nuestras células".
Descifrar el genoma de las células es una operación que "hoy en día se puede hacer en pocas horas y a un precio razonable", aunque "aún somos unos pocos los que podemos leer esas tiras gigantescas de letras". Algo en lo que también se va a progresar "muy rápido", ha confiado.