Madrid.-Dos asturianos, Alex y José Manuel, integrados en la empresa Goldney Electrónics, vienen realizando donaciones de material electrónico a instituciones docentes como la Universidad de Oviedo, las Carlos III y Complutense de Madrid y, recientemente, los Institutos Lastra (Mieres) y Cerdeño (Oviedo), conscientes de que "la crisis también afecta a la educación". Se trata de facilitar componentes eletrónicos que ayudan a esos centros a la formación de sus estudiantes.

Un buen uso para los excedentes

A estos dos asturianos, Jose Manuel en el ámbito de ventas y compras y Alex en el de la gestión administrativa llevando el sector de las importaciones y exportaciones (aduanas , transferencias internacionales…), se les ocurrió la idea de dar un mejor destino a los excedentes de la empresa. El material donado, recuerda José Manuel, fueron componentes electrónicos o eléctricos "que se encontraban en nuestros almacenes y que no iban a tener salida, ya que nuestro mercado no los demandaba y ocupaban un lugar en el almacén que sólo generaba gastos. Ante esto sólo teníamos 1 opción, llamar a una compañía para que el material fuese destruido (reciclado). Pero un día nos dimos cuenta de que los recortes también habían tocado al sector educativo y que en muchos centros nos disponían de material suficiente y en algunos casos nulo para formar a futuros técnicos electricistas, ingenieros…"

Y entonces llegó la solución. "Hace 1 año vimos un video de la red de formación profesional en Asturias donde hablaba el director del centro, IES Lastra en Mieres, Aladino, y se nos encendió una bombilla, así que decidimos llamarlo para ver qué opinaba. Evidentemente nos recibieron con los brazos abiertos. Al igual que con este instituto hicimos lo mismo con otros centros, entre ellos la Universidad de Oviedo como anteriormente comentaba. En esta ultima donación incluimos además del IES Lastra, al IES CERDEÑO de Oviedo."

Visto el éxito de su iniciativa, ambos han dedicido hacer un público llamamiento para que  las empresas que tengan material en sus almacenes y que ya no les den uso, que se pongan en contacto con centros educativos. "Creemos que vivimos en una sociedad en la que solo se fabrica y se consume, y cuando no se consume, se destruye. De esta manera le estamos dando la posibilidad a muchos alumnos de tener una formación más real y mermando el esfuerzo de los centros educativos en la adquisición de los componentes y herramientas necesarias para su educación."