Avilés.-La piscina municipal de La Magdalena, en Avilés, continúa sufriendo incidencias en su reapertura, que provocan riesgos para la salud de usuarios y trabajadores.
Después de casi 5 meses de cierre, para la realización de obras con un presupuesto conocido de 75.000 €, la piscina de La Magdalena abrió sus puertas con las playas (zonas cercanas al agua) en estado de suciedad, con el agua de un color verde intenso y un fuerte olor indeterminado.
El nuevo aparato de medición de parámetros, con un costo de 6000 €, se encontraba fuera de funcionamiento y el agua extremadamente fría y por debajo de la temperatura legalmente establecida, de forma que tuvo que anularse, sobre la marcha, el inicio de la campaña escolar de natación.
Por si esto fuera poco, varias usuarias del primer cursillo de la mañana salieron de su baño con mareos y malestar llegando, dos de ellas, a presentar arcadas al salir del agua.
Una de las responsables municipales de Prevención de Riesgos se presentó en la piscina a las 09:00 h. y su inspección dictaminó que no existía ningún problema.
Sin embargo, a las 12:35 una intensa niebla cubrió el interior del recinto y el aire se hizo irrespirable, por lo que la piscina tuvo que ser evacuada temporalmente. Cinco minutos después, el jefe de mantenimiento aseguró que había “petado” una maquina pero que ya estaba solucionado y todo estaba en perfecto orden”.
Para la CSI resulta totalmente impresentable que después de 5 meses de obras, nos encontremos con que dichas obras no han servido para nada y que la piscina de La Magdalena siga suponiendo un riesgo para la salud pública y de los trabajadores y trabajadoras.
Parece ser que la seguridad y la salud no figuran en ciertos diccionarios y que la impunidad de los responsables de poner en peligro la salud pública continúa siendo la norma. No podemos olvidar que estos responsables son los mismos que estaban cuando se produjo la intoxicación de 2008 con resultados de 2 trabajadores jubilados con lesiones irreversibles y un costo para el Ayuntamiento de unos 400.000 € en concepto de indemnizaciones y recargo de prestaciones, sin que esto implicara la más mínima depuración de responsabilidades.
Desde la CSI consideramos que no podemos seguir esperando a que ocurra otro accidente grave para que se tomen las medidas de prevención y seguridad adecuadas para la protección de la salud en las piscinas municipales.
(Fotografía del Parte Diario de Control de Incidencias de la piscina de La Magdalena, en la que el responsable de dicho parte certificó lo siguiente:
-Agua muy fría y con un color verdoso sospechoso. Por orden del coordinador de la FDM (Fundación Deportiva Municipal), se cancelan los cursillos de natación escolar.
-09:30 h. Dos usuarias del cursillo de adultas de las 09:00 h. se marchan diciendo que están mareadas.
-09:35 h. El cuadrante de la piscina Sáb. y Dom. está mal planteado.
-09:36 h. Otros tres usuarios del cursillo de las 09:00 h. abandonan el cursillo con los mismos síntomas.
-12:35 h. Se llena la piscina de niebla y de un aire irrespirable. Mando, de inmediato, salir a la gente. Está el responsable de mantenimiento y dice que “petó” una máquina, pero que está todo bien. En 5’ vuelve a entrar la gente).