El maestro asturiano conduce hoy la famosa zarzuela de Amadeo Vives en el Gran Teatro Nacional de Lima
REDACCIÓN.- Óliver Díaz empieza a encontrarse tan cómodo en Lima como en su casa de Madrid o en las ciudades de Oviedo y Gijón, donde nació y vivió hasta hace pocos años. Tras el éxito obtenido el pasado sábado, 21 de octubre, al frente de la ópera «Rigoletto» en Pamplona -donde una publicación especializada tan solvente como Beckmesser destacaba que «su dirección musical fue lo más destacado de la noche»-, el cotizado músico español puso rumbo a Perú para coger el timón de «Doña Francisquita», uno de los títulos más emblemáticos del género grande por su belleza musical.
Y regresa después de conquistar al público peruano en 2014 con la zarzuela «La del Soto del Parral» y con un «Gran Concierto Sinfónico Coral» que, ese mismo año, rindió tributo de homenaje a una cuidada selección de la mejor música clásica española en aquel país sudamericano.
Esta vez, y organizada por la Asociación Cultural de Artes Musicales «Romanza», la nueva producción limeño-madrileña de «Doña Francisquita» vuelve a contar con Óliver Díaz al frente de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Lima y del Coro del mismo nombre, a cargo de Israel Olaya, y lleva el sello escenográfico del madrileño Francisco Matilla, bajo la dirección del mallorquín Jaime Martorell.
En el elenco, que reúne voces latinoamericanas y españolas, sobresalen las sopranos peruanas Ximena Agurto como Francisquita y Pilar Ciruelos como Doña Francisca, junto a la veterana Milagros Martín, nacida en la capital española, como Aurora «la Beltrana». Para dar vida a Fernando se sube al escenario un tenor en progresivo ascenso, el limeño Andrés Veramendi, cerrándose el cartel con el tenor argentino Santiago Bürgi como Cardona y del madrileño Ricardo Muñiz como Don Matías en los principales papeles.
Las representaciones tendrán lugar los días 25, 27 y 29 de noviembre en el Gran Teatro Nacional de la capital e interviene asimismo la Tuna de la Universidad San Martín de Porres, el Ballet Flamenco de las Hermanas Cuellar y figurantes de diversos conjuntos teatrales.
Con libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, esta comedia lírica a la que puso música el compositor catalán Amadeo Vives se estructura en tres actos y fue estrenada en el Teatro Apolo de Madrid el 17 de octubre de 1923. La acción tiene lugar durante un carnaval madrileño de hacia 1840 y está inspirada en la obra de teatro «La discreta enamorada» de Félix Lope de Vega.
Entre los números de la zarzuela, trufados de mazurcas, boleros y fandangos, brillan con luz propia el monólogo para soprano conocido como «Canción del ruiseñor» y la romanza «Por el humo se sabe donde esté el fuego» para tenor.