Oviedo.-Mañana miércoles, con motivo del día Mundial de la EPOC, la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria instalará una mesa informativa en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo de 16.00 horas a 19.00 horas en la que varios especialistas informarán sobre esta enfermedad y se realizarán espirometrías a los pacientes que lo deseen.
La EPOC es una enfermedad que se caracteriza por una obstrucción crónica y escasamente reversible de los bronquios, originada fundamentalmente por el humo del tabaco, responsable de más del 90 % de los casos, pero en la que también pueden influir la exposición a contaminantes laborales o domésticos (humo de carbón, leña, etc.).
Se desarrolla a partir de la cuarta y quinta década de vida y afecta, según refieren los últimos estudios epidemiológicos, al 10,2 % de la población española comprendida entre los 40 y 80 años, por lo que se estima que 2.185.764 españoles padecen esta enfermedad. En la actualidad es la cuarta causa de mortalidad en España, y la OMS teoriza que será la tercera en el año 2030 a nivel mundial. Por otra parte ocasiona un consumo elevado de recursos sanitarios, así en España las descompensaciones de la enfermedad suponen aproximadamente un 10-12 % de la consultas en Atención Primaria y el 1-2 % de las visitas a urgencias médicas hospitalarias, de las cuales precisan ingreso hospitalario el 40-50 %, lo que unido al coste de los fármacos y métodos diagnósticos hace que, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, se estimen entre 750-1000 millones de euros al año los costes de la EPOC.
Se debe sospechar su existencia ante la presencia de dificultad respiratoria con el esfuerzo o tos con producción de flemas en una persona fumadora y para establecer el diagnóstico es necesario realizar una espirometría, que mide el volumen de aire que se inhala y exhala en función del tiempo. Sería recomendable practicar esta prueba en todo sujeto fumador mayor de 40 años con síntomas respiratorios persistentes: tos o dificultad respiratoria.
El tratamiento integral comprende una intervención sobre el tabaquismo, estimulando el cese del mismo, medidas preventivas para reducir el riesgo de descompensaciones como son la vacunación antigripal y neumológica, el empleo de fármacos broncodilatadores y la rehabilitación respiratoria e incentivar la actividad física moderada, con el objeto de aliviar la sintomatología, mejorar la calidad de vida y evitar ingresos hospitalarios. En estadios avanzados de la enfermedad puede ser necesario el empleo de oxigeno domiciliario y en casos seleccionados el trasplante pulmonar.