Manuel González Orviz, coordinador de IU de Asturias y candidato al Congreso de IU-Unidad Popular, subrayó esta tarde las dificultades de ser joven en estos tiempos “de caos universal”, caracterizados por la precariedad, el paro, la emigración y, en definitiva, por la falta de oportunidades que son sinónimo de un futuro negro para la que ha venido a llamarse la generación más formada de la Historia. A todos esos jóvenes, dijo, es precisamente a quienes debemos dirigirnos, a las víctimas de esta crisis, a quienes les corresponde pelear por un nuevo modelo de país que garantice la posibilidad de construir proyectos de vida. El coordinador de IU pronunció estas palabras en la conferencia “Papel de la Juventud en los movimientos asociativos, políticos y sindicales”, en Avilés, en las las jornadas Junt@s + fuertes" que organiza la Unión Comarcal de CCOO de Avilés.
El coordinador de IU reconoció que la implicación de la juventud dentro del tejido asociativo, de la política o del mundo sindical es escasa, aunque también es más elevada en Asturies que en el resto del estado. Esto, dijo “es un síntoma alarmante la poca implicación de la juventud en movimientos o espacios de transformación política o social”.
Para comprender esta desafección hay que buscar muchas causas que son las que alejan a la juventud de los espacios tradicionales para articular respuestas desde la izquierda: en primer lugar, el divorcio que surge en ocasiones entre culturas políticas muy arraigadas que no encuentran encaje en las nuevas visiones de la política muy influenciadas por nuevos contextos socioeconómicos; por otro lado los techos de cristal que existen en partidos, sindicatos y movimientos sociales y que dificultan el acceso a puestos de responsabilidad a personas jóvenes y finalmente la incomprensión generalizada por parte de los agentes transformadores de que lo que está en juego con la juventud es el proyecto de vida de cientos de miles de personas.
Pese a este panorama que puede parecer pesimista, Orviz invitó a los jóvenes a ser conscientes de la “necesidad de convencer y para convencer la juventud es imprescindible”. “Necesitamos jóvenes con experiencia, con quienes se pueda sentir identificado el estudiante, el trabajador precario o el emigrado. Pero la experiencia no se mide por años con carnet o por una sucesión de responsabilidades. La experiencia la supone el saber analizar la realidad como joven desde su experiencia para contraponerla. Nadie como un joven precario podrá comprender y analizar la realidad de los miles de jóvenes que cobran 600 euros. Nadie como quien ha tenido que emigrar comprenderá el drama de estar a miles de kilómetros para poder tener opciones para construir un proyecto de vida. Nadie como el joven sobreformado podrá comprender lo que supone dedicar toda una vida al estudio y ver su curriculum amontonarse por mendigar puestos de trabajo”, dijo el coordinador de IU.