El Alto Comisionado para los Derechos Humanos -Navi Pillay- presentó un informe donde se indica que al menos 2.600 personas han muerto en los seis meses de disturbios; el informe es el resultado de las investigaciones de un panel nombrado para investigar los abusos cometidos en Siria y se basó en fuentes fidedignas sobre el terreno, el número de muertos desde el inicio de los disturbios a mediados de marzo de 2011. Cabe destacar que la Oficina del Alto Comisionado de DDHH continúa sin tener acceso a Siria.

El mes pasado, el organismo con sede en Ginebra celebró una reunión de emergencia en la que se aprobó por abrumadora mayoría la demanda para que el gobierno de Al-Assad ponga fin a la represión. Pillay manifestó su sorpresa por la marcha de los acontecimientos en el terreno ya que, desde el momento en que el Consejo de Derechos Humanos aprobó su resolución y el Consejo de Seguridad se ha ocupado de la cuestión, la situación en Siria se ha agravado y el número de manifestantes muertos han ido en aumento.

Alain Juppé, canciller francés, aumentó la presión sobre Rusia para que apoye una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en contra del régimen sirio y describió como un "escándalo" a la falta de una clara declaración de condena por parte del Consejo de Seguridad. Juppé, dijo que Rusia y Francia quedaron divididas respecto de Siria después de las conversaciones bilaterales en Moscú, la semana pasada.

Rusia rechazó hoy dichas llamadas para aumentar las sanciones sobre Siria, inclusive después que se conocieron las cifras del Alto Comisionado de DDHH de ONU; el presidente ruso, Dmitry Medvedev, señaló que las sanciones de EE.UU. y UE significaban una presión adicional que no es absolutamente necesaria. Rusia y China, ambos miembros del Consejo de Seguridad con derecho a veto, se han resistido a los esfuerzos de Washington y sus aliados europeos para intensificar la respuesta internacional a la represión del régimen sirio.

Rusia no estaría dispuesta a apoyar una resolución "dura" sino una resolución "equilibrada", declaró el presidente Medvedev tras reunirse con el primer ministro británico, David Cameron. Medvedev sostuvo que la resolución "debe ser rigurosa, pero no debe conducir a la utilización automática de sanciones; Rusia se opone fundamentalmente a cualquier resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU que repita el mandato de la resolución 1973, que habilitó la intervención de OTAN sobre Libia. Cameron dijo que había un cierto nivel de acuerdo que lo que está sucediendo en Siria es inaceptable y que lo que el presidente Al-Assad está haciendo mal a su propia gente y que la violencia tiene que parar." Cameron sostuvo que la diferencia de perspectiva entre Gran Bretaña y Rusia sobre este tema es que Londres no ve un futuro para el presidente Al-Assad en Siria.

La Unión Europea se acerca una nueva ronda de sanciones que ahora llegarían a la prohibición de la inversión en la industria petrolera en Siria, que se sumaría a la sanción que prohibió las importaciones de crudo sirio. Los enviados de las 27 capitales de la UE ya han dado un acuerdo preliminar para la prohibición de la inversión; se espera que la aprobación definitiva la prohibición de la inversión sea puesta en marcha en los próximos días o semanas.

Siria es un pequeño productor de petróleo, lo que representa un 0,5% de la producción mundial, las exportaciones netas en 2010 fueron sólo 109.000 barriles por día, pero el 99% fueron exportados a Europa. Además varias empresas petroleras europeas tienen importantes inversiones en Siria como la anglo-holandesa Shell y la francesa Total; por otro lado Francia también ha presionado por un límite mínimo de 20 millones de euros -u$s 28 millones- en inversiones destinadas a ser afectados por la prohibición. Estados Unidos ya tiene un embargo sobre las importaciones de crudo y la prohibición de inversiones en Siria, así como la congelación de todos los activos de Siria en los EE.UU.

Mientras las sanciones occidentales avanzan contra la exportación del crudo sirio, Damasco se propone vender el petróleo de los clientes europeos a Rusia o China, siempre y cuando sus propias necesidades energéticas se satisfagan, las finanzas de Siria, dijo el ministro en la séptima de este mes. La Unión Europea, que compra casi todo el petróleo exportado de Siria, ha prohibido las importaciones de petróleo de Siria a la presión del presidente Bashar Al-Assad para poner fin a su violenta represión de las protestas contra el gobierno, pero aún permite la venta de combustible a Siria.

Rusia, segundo exportador mundial de crudo, es poco probable que adquiera las remesas sirias ya que de hacerlo pondría en juego sus relaciones con Europa o los Estados Unidos. En el caso de China, el tamaño de las exportaciones sirias de petróleo es relativamente reducida por lo que no es muy conveniente cargar y transportar el crudo desde Siria y a China"; Beijín desestimó que haya una demanda en el corto plazo, pero si el crudo sirio es lo suficientemente barato no se descartó la posibilidad de comprarlo en el futuro.

El sábado Nabil Elaraby, Secretario General de la Liga Árabe, se reunió con el presidente Al-Assad y otros altos funcionarios en Damasco; Elaraby sostuvo que se ha llegado a un "acuerdo sobre las reformas" en Siria durante dichas conversaciones e instó al presidente sirio a acelerar los planes de reforma a través de un calendario que hará que todo ciudadano sirio sienta que hay una nueva etapa en marcha. Aunque la agencia estatal de noticias sirias SANA dijo que Elaraby había rechazado todas las formas de injerencia extranjera en los asuntos internos de Siria, los activistas locales señalaron que la visita se debió hacerse mucho tiempo atrás y que la misma fue un intento de la Liga Árabe para salvar a los dirigentes sirios.

Mientras, el país se está polarizando cada vez más y existe un lado oficial -del presidente al-Assad- que recibe a los enviados mientras que sus representantes expresan que se apoya el programa de reformas y se llama al "Diálogo Nacional" dentro y fuera del país, pero el programa de reformas va de la mano de operaciones militares contra los "grupos armados terroristas". Y en frente, la calle siria sigue manifestando su oposición mediante manifestaciones que básicamente, insiste en su petición de "derrocar al régimen", al tiempo que insta a "protección internacional"; mientras se observa un incipiente crecimiento de las respuestas armadas de este sector.