Avilés (E.P.)-La consejera de Infraestructuras del Principado de Asturias, Belén Fernández, ha anunciado este lunes que los accesos al Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) estarán "terminados y en servicio en 2017", siempre y cuando se desbloquee el pinchazo con la AI-81, de titularidad estatal, para lo que el Principado está realizando las gestiones oportunas.
La consejera lo ha anunciado con motivo de una visita a las obras, reanudadas recientemente tras la parálisis que supuso el traslado de una línea de alta tensión próxima al trazado y un coste añadido de 816.000 euros.
Fernández ha destacado que se trata de unos trabajos de "extraordinaria complejidad técnica" y unas "obras estratégicas para la economía productiva". Ha asegurado que "el Principado quiere impulsar" el proyecto y que el presente ejercicio lo terminará con seis millones de euros ejecutados. En 2016 se presupuestarán cinco millones de euros y para el año siguiente "quedará una anualidad importante".
Tras el traslado de la línea de alta tensión los accesos al PEPA requieren del permiso del Ministerio de Fomento para para hacer un pinchazo en la Autopista Y. Días atrás el director de Infraestructuras se reunió con responsables de Carreteras para solventar esta cuestión. "Confiamos se avengan a razones", ha dicho la consejera.
El director de Infraestructuras, José María Pertierra, también se ha reunido este lunes con expropiados por las obras de acceso al PEPA a los que explicó que "tuvimos que hacer reajustes en un camino secundario, lo que les indujo a confusión".
Pertierra también ha explicado que en lo que queda de año está previsto colocar la cimentación de la estructura (puente) que enlazará desde la A-19 y a partir de ahí se colocarán los tableros y se trabajará en otras estructuras hasta alcanzar el kilómetro de longitud total que suman.
En total, los trabajos suponen la colocación de siete estructuras de un kilómetro de longitud, la ejecución de diversos muros de tierra para evitar afecciones a la autopista AI-81 y a los terrenos de Arcelor, así como muros de hormigón armado y escolleras de contención. Además, se adoptarán otras medidas encaminadas a la correcta integración de las obras en el medio y a la protección acústica mediante el empleo de más de 2.000 metros de pantallas antirruido.
