Son más de cien los muertos en Kenia como consecuencia de la explosión y el posterior incendio de un depósito de combustible en una zona industrial de su capital, Nairobi. Al parecer, según fuentes policiales, el incendio ha sido provocado por un cigarro mientras numerosas personas intentaban recoger el crudo que se había derramado

También se habla de otro centenar de personas heridas que han sido trasladadas a diversos hospitales. No obstante, la cifra oficial de víctimas calcinadas aún es incierta, dada la magnitud de las llamas que los bomberos se esfuerzan en apagar. El hecho ha sucedido después de derramarse el petróleo de un oleoducto que alimenta a un depósito de la Kenya Pipeline Company, en la carretera de Lunga, en la zona industrial, cerca del barrio de Sinaí.

Según ha declarado un portavoz de la policía, numerosas personas intentaban recoger el petróleo derramado, cuando alguien lanzó la colilla de un cigarrillo y se desencadenó la tragedia. El siniestro ha ocurrido en una zona de difícil acceso para las dotaciones de bomberos y emergencias, y se teme que el fuego pueda extenderse a un barrio cercano. Entre los muertos hay alumnos de una escuela próxima.

Los reporteros de diferentes medios han contabilizado cerca de un centenar de cadáveres carbonizados, pero la policía teme que el balance sea superior a los cien muertos; otras fuentes elevan la cifra a 150. Lo cierto es que muchos edificios del barrio de Sinaí, que forma parte de un grupo de suburbios llamado Mukuru, que se extiende a lo largo de la zona industrial de Nairobi, a unos 10 kilómetros de la ciudad, han sido evacuados. En ese entorno viven más de medio millón de personas.

No es la primera vez que ocurre una tragedia de estas características en este país africano. Hace dos años murieron 122 personas en el oeste del estado, por la explosión de un camión cisterna que había volcado y del que la gente, como en este incendio cercano a Nairobi, intentaba extraer gasolina

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